¿Denuncia o manipulación?

"La Generalitat segregará a los inmigrantes en centros especiales"



Me sorprende ver este titular en El País del 12 de este mes. Leo este periódico desde hace muchos años y siempre he tenido la sensación de que era una publicación, no diré que totalmente objetiva porque no existe el objetivismo total en ninguna acción humana y en el periodismo puede que en la que menos, pero sí seria y coherente. Me molesta por eso ver que echan mano del maniqueísmo amarillo como cualquier otra de las muchas publicaciones tendenciosas que tenemos por ahí. Los centros especiales para emigrantes. Qué mal suena eso cuando en lugar de explicar honestamente qué significa se acude a la protesta facilona de nombrarlos como centros de segregación.

Un niño, por muy emigrante que sea, no puede ser segregado. ¡POR SUPUESTO QUE NO! Sin embargo, ¿somos realmente honestos y sinceros cuando utilizamos estos conceptos al hablar de esos niños, o estamos simplemente siendo demagogos sin preocuparnos en absoluto de qué pueda sucederle a esos niños? ¿Os imagináis cual es la sensación de un niño (o niña por supuesto) cuando llega a otro país, sin entender la lengua que le hablan, sin comprender qué está pasando a su alrededor, sintiendo la mirada incisiva de los alumnos autóctonos y la mirada compasiva de los profesores que no saben qué decirles porque saben que, les digan lo que les digan, no les entenderán? Yo sí me lo imagino. Me lo imagino porque lo he vivido. Dos veces lo he vivido. Una vez siendo muy niña y otra siendo más mayorcita pero igualmente vulnerable. Os aseguro que, aunque a un adulto le pueda parecer una tontería, para un niño es una sensación parecida a la desesperación. El adulto puede entender qué está pasando, puede relativizar la situación y hasta echar mano del sentido del humor. El niño no. Entre otras cosas porque el adulto es quien toma la decisión de dejar su casa e ir en busca de una vida mejor. El niño no ha decidido nada, simplemente le han arrancado de su realidad y le han llevado a un lugar lleno de gente extraña a la que no entiende cuando le hablan.

¿Qué hay de malo pues en crear unos centros en los que a ese niño se le pueda explicar con toda la paciencia del mundo y con personal especializado porqué está donde está, con qué se va a encontrar, que es uno más entre el resto de niños pero que allí se le dará la formación e información necesaria para que pueda incorporarse al resto de la comunidad estudiantil con unas mínimas garantías que le permitan seguir los estudios en igualdad de condiciones?

Ojalá me hubieran tratado a mí así. Con respeto y teniendo en cuenta mis necesidades para que no perdiera la oportunidad de alcanzar los mismos niveles académicos que el resto. Que solo mi propia capacidad y fuerza de voluntad hubieran contado para lograrlo, en lugar de tener que lidiar con las dificultades del idioma y la indiferencia del personal docente.

Segregación de los niños emigrantes NO.
Atención especial para ayudarles a incorporarse a los estudios con posibilidades SI.