16/10/11

Aviso a navegantes



Que no se crean los antisistemas que todos los manifestantes eran negativistas de todo, ni los dirigentes de partidos que sus militantes no estaban.

Cierto es que el inicio de la protesta nació (quiero pensar que así fue) de la juventud harta de no confiar en la capacidad de liderazgo de la izquierda y totalmente resuelta a luchar contra quienes tratan de negarles un futuro. Ellos y ellas lo iniciaron y a ellos y ellas les otorgamos la creación del 15M con todo derecho. El movimiento popular más importante en muchas décadas.

Ahora bien. Desgraciadamente va todo por tan mal camino, que a estas alturas ya nos hemos adherido todos, los negativistas, los positivistas y todo aquél para quien su conciencia está por encima de ataduras políticas o profesionales. Dijo Che Guevara: Me jode tener que luchar por lo evidente. Y es esa evidencia incontestable la que nos lleva a casi toda la ciudadania, militantes de partidos o antipartidos, a apoyar las movilizaciones del 15M. Porque nos jode tener que luchar por lo evidente.

¿Vamos a dejar de militar en nuestros partidos? No. Al menos yo no. Estoy totalmente convencida de que los partidos, al menos el partido socialista, sigue siendo totalmente válido. Porque el partido socialista fue creado con unos objetivos muy claros: la lucha contra la injusticia social. Y esos objetivos siguen siendo totalmente vigentes y necesarios. Otra cosa es el comportamiento que podamos tener los diferentes militantes, que pueden ser más o menos discutibles. Pero no hay militante, por importante que sea su cargo, que pueda considerarse el partido. Afortunadamente el partido está por encima de todos nosotros y la lucha por la justicia social por encima del partido. Así que, si las circunstancias nos obligan a actuar en sentido contrario a esa razón de ser, deberíamos analizar en profundidad qué estamos haciendo y qué tenemos que cambiar. Y si algún dirigente, por el motivo que sea, no entiende que este debe ser nuestro compromiso, puede que alguien tenga que plantearse si está o no en el partido adecuado.

Así que, de momento voy a seguir militando en mi partido, voy a seguir diciéndoles a los dirigentes lo que me gusta y lo que no me gusta de sus comportamientos, voy a seguir luchando desde dentro para que el partido socialista siga siendo el referente positivista, posibilista y objetivista de la lucha contra la injusticia social. Y, por supuesto, voy a seguir dando apoyo al movimiento 15M, con todas las reservas pero con todo el respeto que me merece la juventud que se alza en defensa de sus derechos. Por otro lado, quiero expresar mi admiración y respeto por quienes han sido capaces de extender este movimiento a todo el mundo, lo que debiera hacernos sentir más orgullo que los triunfos de la roja. Si el tiempo me demuestra que me equiovoco, que deseao fervorosamente que así no sea, tiempo habrá de rectificar. De momento ¡Viva el 15M! y ¡Viva la juventud luchadora!

Al movimiento 15M, decirle que no se dejen vencer ni se conformen con grandes eventos esporádicos. A los poderosos les hace mucho más daño un disgustillo diario y constante que un gran disgusto de tarde en tarde. Y a los políticos de izquierdas (incluídos los de mi partido), no les giréis la espalda al pueblo que os pide en la calle que seais valientes y plantéis cara a esos monstruos voraces que pretenden quedarse con todo. Recordad porqué os votamos. Es mejor reconocer que no podemos cumplir las promesas, que tratar de salvar los muebles haciendo lo que nunca deberíamos hacer.

P.D. Es curioso. El movimiento que empieza a alimentar los sueños de tantos pueblos, se inició (con permiso de los marroquíes) a las puertas del sol... ¿querrá decir algo?...
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9/10/11

Un receso

Iba a decir que hoy haré un KitKat, pero supongo que no está bien hacer publicidad gratuita de una multinacional. Y ¿por qué voy a hacer un receso? Pues porque hoy estoy un poco harta de toda la mierda que nos rodea. Recortes sanitarios, hambruna en África, derechización de la política española, atolondramiento, por no decir directamente agilipollamiento de los ciudadanos que, al parecer, votarán masivamente a la ultraderecha española. Porque en España no hay derecha a secas, hay ultraderecha, pendulistas (van de derecha a izquierda según convenga), pijosprogres, obreristas desfasaos, y algún que otro izquierdista posibilista que a veces no sabe en qué lado de la foto ponerse o si largarse sin más para no salir en ella. Pero he empezado diciendo que hoy pasaba de todo y no hay manera, no tengo remedio. Debe ser como una enfermedad crónica que no logro vencer. Y con los recortes sanitarios que hay, está la cosa como para ser enfermo crónico...

Pues eso, que nada, que hoy quiero hacer un brindis al sol... simplemente. Decir que, a pesar de mi punto de vista ácidamente crítico, hay personas, activistas o no, a las que quiero muchísimo. Y no solo hablo de mi familia, que por supuesto también, sino de muchas otras con las que, a pesar de no tener una relación muy estrecha, algunas son incluso de una relación virtual, siento por ellas un gran afecto y respeto porque me ofrecen su calidad humana cada día, porque son quienes me recuerdan contínuamente que el mundo no es esa puta mierda que nos pintan en los telediarios y en los periódicos. Al menos no es sólo eso. Es también toda esa gente que te obsequia cada día con una sonrisa sin esperar nada a cambio. Toda esa gente que, vote a quien vote por las razones que sea, te recuerdan momento tras momento que, a pesar de todo, no hay mayor privilegio que compartir tu existencia con ellas y ellos. Y, aunque resulta de una cursilada insufrible la célebre frasecita de las mises americanas "y la paz en el mundo", hoy quiero desearlo yo también, aunque sé que eso es imposible mientras existan tantas desigualdades, tantas injusticias, tantas avarícias de saqueos interminables sin escrúpulo alguno... Oh, oh... que ya me desvío otra vez. Bueno, pues eso, que aunque sé que esta "felicidad" me va a durar dos minutillos, quiero compartirla con todos vosotros y todas vosotras. Y muy especialmente con quienes me quieren mogollón y yo quiero mazo, que ya saben ellas y ellos a quienes me estoy refiriendo.

Ala pues, montones de besos para todos y mis mejores deseos de todo corazón. Aprovechad y recoged estos buenos deseos antes de que caduquen porque voy a acabar de leer el periódico y seguro que me van a agriar el carácter una vez más.

1/10/11

Por ti, por mi, por todos... sí al socialismo... de verdad.

La historia se repite por ciclos, algunos mediocres, unos regulares y otros peores.

La derecha destrozó este país con una guerra civil cruenta que acabó de un porrazo con las aspiraciones de progreso y libertad de todos los pueblos de España. Al golpe de estado siguió una dictadura militar que para aquellos que no llegaron a 1982, fue eterna. Luego el rifirafe de la transición. Una transición llena de amenazas de uno y otro bando que obligó (o no) a los demócratas a pactar condiciones que entonces parecían reconciliadoras y progresistas y hoy se ven como lo que fueron, un chantaje histórico que resultará difícil de desandar para encontrar el camino a seguir.

Siempre es mejor seguir adelante que echar marcha atrás, es cierto. Sin embargo, a veces los abismos que se nos abren al paso son tan profundos que da miedo avanzar y se queda una como petrificada ante el dilema de decidir si continuar o retroceder. No, retroceder jamás. Ya, pero es que a veces el precio a pagar es demasiado alto, como el ver que las reformas que perjudican a los pobres y benefician a los banqueros y sus secuaces las llevan a cabo los socialistas para, dicen, intentar saltar y llegar al otro lado del abismo. Y una se pregunta ¿y si no se hicieran esas reformas? ¿y si les giráramos la espalda al sistema y volviéramos atrás para buscar el camino que perdimos? Al parecer eso no es posible. No sé si porque la vida es como el IKEA, que una vez entras tienes que seguir adelante hasta el final, o porque nos hemos ablandado de tal forma que se nos hace un mundo volver a empezar.

En fin, seguiremos adelante a ver qué pasa. De momento lo que pasa es que hoy gana la izquierda y se esfuerza en hacer de esta vieja y despellejada piel de toro un país moderno, y al día siguiente los poderes fácticos se conjuran para intentar corromperlos, hacerles la vida imposible y esparcir su mierda por doquier como manchas de aceite, hasta que logran echarlos a palos. Entonces ellos recogen las mieles de los esfuerzos de antes y las absorben con avaricia hasta acabar con ellas. Después las masas, desilusionadas con aquellos que les prometieron el cielo y los abocaron al infierno, vuelven a votar a la izquierda, que vuelve a encontrarse la casa hecha un cisco y vuelta a empezar. Ahora estamos en la etapa en que las mayorías, según dice la prensa, que vaya otros para sacar tajada del pánico, votarán a la derecha para escarmentar a la izquierda. Que digo yo, ¿y no habría otro modo de escarmentarnos? Es que… de verdad, el remedio me parece mucho peor que la enfermedad.

Y mientras tanto por aquí, acojonados todos y viendo marchar a nuestros mejores talentos al extranjero. Y no me refiero a los cantantes de moda ni a los futbolistas de turno, sino a las enfermeras, médicos y licenciados de diversas disciplinas que, ante el desprecio, el olvido y la falta de futuro, se ven abocados al éxodo. Ay, España camisa blanca de mi esperanza ¿qué será de ti y de nosotros? ¿a dónde iremos a parar?

Pero no, no nos dejaremos abatir por el enemigo disfrazado de desesperanza. Si tenemos que volver a las trincheras de la ideología desmembrada volveremos. Intentaremos ganar las elecciones porque la alternativa es sombría, pero si las perdemos, espero que seamos todos y todas capaces de aprender de los errores y no dejemos nunca de ser un opción para la esperanza. Eso sí, tenemos que replantearnos muchas cosas. La realidad nos demuestra una y otra vez que la política del todo vale no lleva a ningún sitio. Ya va siendo hora de que escuchemos a la realidad.

Salud y República

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