9/9/13

Para entender a Catalunya



Me dirijo a todas las personas buenas que no acaban de entender qué pasa en Catalunya porque les confunden los malintencionados que no hacen más que envenenar el ambiente para ponernos a unos en contra de los otros. Y lo hago en castellano para que todos me entendáis y porque es una lengua preciosa que nunca dejaré de hablar, entre otras cosas porque es mi lengua materna.
“Allá por el 1516 se unen las Coronas de Castilla y Aragón por problemas sucesorios en la segunda. Entendería que llegados a este punto, muchos piensen que aquí nace España, pero se equivoca. Se da una unión entre dos Coronas, pero se siguen manteniendo cortes, instituciones políticas, administración pública, lenguas y moneda. Tanto es el sentimiento de NACIÓN de CATALUNYA que en 1640 estalla la Guerra dels Segadors y Pau Clarís proclama la República Independiente de Catalunya en 1641 (no es algo nuevo de ahora señores). ESPAÑA tal y como se conoce (políticamente) nace con Felipe V y sus DECRETOS DE NUEVA PLANTA allá por el 1716 que ya antes había llenado de sangre Barcelona un 11 de Septiembre de 1714.

 Así pues, resumiendo, CATALUNYA SÍ HA SIDO INDEPENDIENTE. Lo fue 145 años por completo y después aliada con el Reino de Aragón otros 350 años aproximadamente. Conquistó territorios, lucho contra Castilla en varias ocasiones, escribió sus leyes, ganó y perdió guerras, creó su música, sus tradiciones y su carácter luchador.
 Ya está bien de REINVENTAR HISTORIA, ésta es la que hay y hay que conocerla. Hay que entender el clamor de un pueblo, su sentimiento de nación y su ansia de libertad. Puede o no compartirse el concepto de independencia, pero JAMAS debe menospreciarse una cultura, pisotearla y manipularla para conseguir votantes o para dividir.”

Estos tres párrafos con los que inicio mi petición de entendimiento, son parte de un escrito objetivo e inteligente que Julia Otero publicó hace unos días en la prensa. Los he escogido porque explican en cuatro palabras la legitimidad de quienes reivindican la independencia de Catalunya. Si todas las personas, incluyendo a las que están a favor de la independencia por seguidismo o visceralidad, y a las que están en contra por seguidismo, visceralidad y total ignorancia de la realidad, se preocuparan en buscar las razones más allá de los discursos de los políticos o de los gritos de las estrellas de la televisión basura, seguro que podríamos llegar a un entendimiento. El entendimiento del respeto mútuo que es lo que realmente necesitan los pueblos para prosperar, un entendimiento desde posiciones de completa libertad y autodeterminación, como cualquier relación normal y civilizada entre personas adultas.
Sin embargo, hay quienes habiéndose dedicado a la política durante años y no queriendo o no pudiendo perder sus privilegios por no tener otro sistema de sustento, se dedican a menospreciar la historia de este país, dando razones a quienes no la tienen. Porque si bien es cierto que la alta burguesía catalana no va a emancipar a la clase trabajadora, eso es algo que solo puede hacer la propia clase trabajadora, aún menos lo van a hacer los oligarcas de una España rancia que nunca dejó de ser la misma, que masacró a sangre y fuego a una República legítima elegida democráticamente en las urnas. Cierto es que hubo un lapsus en el que algunos políticos hicieron intentos de dignificar la vida de todos los pueblos de España, la triste realidad es que en el fondo nunca dejaron de mandar esos oligarcas, como también es una triste realidad que a Catalunya se la obligara a aceptar un reinado arcaico que sentaba en el trono, por orden de Franco, a un Borbón descendiente de los verdugos que le arrebataron  su derecho a existir.

Pero en fin, vamos a dejar de lado la historia, que no olvidarla ni menospreciarla porque hacerlo es propio de ignorantes, y vamos a ponernos en la actualidad. Catalunya ha intentado por todos los medios llegar a un acuerdo con el gobierno centralista con tal de mantener la paz y lograr una cohesión social con todos los habitantes de nuestro país. Para ello aceptaron  una autonomía que distaba mucho de sus derechos legítimos pero que no dejaba de ser un punto de partida para seguir mejorando. Por eso, aunque en el fondo de su corazón muchos catalanes y catalanas seguían soñando con un país en libertad, trataron de convencerse a sí mismos, gracias en parte a los discuros de algunos políticos que han venido haciendo promesas de un federalismo que nunca prensaron cumplir, que quizás el mejor camino a seguir era el de conformarse y seguir formando parte de otro país a cambio de la paz social y el progreso económico. El problema es que la oligarquía española confundió la predisposición al entendimiento con la resignación y ahí la cagó. Catalunya ha intentado negociar con más o menos éxito sus relaciones con el gobierno centralista, pero el gobierno centralista ha considerado más oportuno obligar a Catalunya a apretarse el cinturón y bajarse los pantalones. Cuando se tira demasiado de una cuerda, acaba por romperse. La oligarquía española, con sus títeres en el gobierno central, ha roto la cuerda con la que ha mantenido engañada a Catalunya desde la transición. Por eso muchos catalanes y catalanas gritan basta. Por eso y porque las nuevas generaciones ya no se sienten obligadas a mantener los pactos que hicieron sus mayores por el miedo a no salir nunca de la dictadura asesina que intentó hacer desaparecer todo vestigio de catalanidad en Catalunya. Solo eso ya debiera dar qué pensar al gobierno central y a todos los políticos que se consideran de izquierdas y están en contra de la independencia de Catalunya. ¿Puede ponerse en duda un sentimiento que ha sobrevivido a trescientos años de represión y que aflora ahora más que nunca en las generaciones que, supuestamente, han nacido y crecido en libertad?
Yo lo dejo aquí y quienes tengan buenas intenciones que piensen un poco y hagan el sano ejercicio de ponerse por un momento en nuestro lugar. Es mentira que Catalunya no es solidaria. Es mentira que Catalunya desprecia a los otros pueblos de España. Es mentira que Catalunya esté contra nadie. Catalunya se limita a reivindicar su derecho a ser. Un derecho legítimo que debiera ser respetado por quienes dicen creer en la democracia y en la libertad.

4/9/13

La Diada de l'11 de setembre del 2013



Queda una setmana justa pel gran dia. Des que es va anunciar la idea de realitzar una gran cadena humana que recorregués Catalunya d’una punta a l’altre, han corregut rius de tinta arreu i s’han parit frases i textos de tota mena, de tots colors i de múltiples intencions. Aquesta vegada no he estat dels que han dubtat el més mínim. Quan vaig sentir parlar de la Via Catalana per primer cop, ja m’havia posicionat clarament a favor, però sí que he anat seguint amb interès el que han dit els diferents representants de la ciutadania, des dels majoritaris fins als minoritaris. De fet si el que volem construir és un país plural en el qual tothom tingui cabuda i drets de ciutadans, ens hem d’escoltar els uns als altres encara que no ens agradi el que es diu.
Dels més recalcitrants de la dreta i l'ultra dreta, tot i que he llegit el que diuen perquè és bo conèixer l’enemic, no tinc res a dir. Són el que són i res no els farà canviar. En canvi sí m’interessa molt el que diuen persones que han demostrat haver defensat sempre la democràcia i la llibertat de les persones. I sí, respecto el que puguin pensar doncs una societat lliure és precisament això, respectar-se els uns als altres, però hi han algunes posicions que resulten sorpreses força desagradables, com l’encaparrament d’utilitzar arguments que ratllen en la demagògia pròpia de la dreta, com els comentaris del Pere Navarro dient que l’ANC ha de pagar les despeses per dur a terme la demostració ciutadana de la propera Diada. I la resta d’actes que es faran, també s’haurà de pagar cadascú el seu? I les mobilitzacions reivindicatives que molt dignament i amb tot el dret s’estan duent a terme i ben segur es duran al llarg de tota la tardor, hauran de preveure tots aquests col·lectius que hauran de córrer amb les despeses? De l’Albert Rivera o de la Camacho m’ho puc esperar, del principal lider del PSC no, la veritat. De totes maneres, deixo aquesta anàlisi als propis militants del PSC que de ben segur a més d’un i una (ho sé perquè fa anys que els conec), els hauran sonat molt malament les paraules del seu lider. M’estimo més referir-me a nosaltres, als que volem i farem possible la Via Catalana.

 És gran el repte que ens espera i no ens hem de creure que tot serà fàcil. No ho serà. Quan surts a defensar una causa, no tens mai la garantia de guanyar-la, tot i així la defenses amb totes les teves forces i tota la teva ànima perquè creus que és una causa justa. I així ho farem. Però, més enllà del resultat que obtindrem, el que em faria més feliç seria que fos un dia sense cap mena d’incidents, i si d’un cas es produís algun, que fos el contrincant i no nosaltres que el provoqués. Els hi hem de demostrar que som un poble amant de la democràcia, de la cultura, de la llibertat i que per defensar els nostres drets no tenim cap necessitat d’anar contra ningú. Defensar-nos sí, lògicament, però mai caure en violència, insults o desqualificacions. No ho necessitem. Tenim prou raons i són suficientment justes com perquè puguem defensar la nostra causa amb alegria, amb calma, amb tolerància, amb comprensió cap a les mancances dels altres. La nostra és una causa que no ens hem inventat nosaltres ni se l’ha inventat cap manipulador de masses com els contrincants ens volen fer creure. La nostra és una causa que ve de lluny, de molt lluny. Una causa que hem intentat resoldre per la via de la negociació fins que els contrincants ens han demostrat que no estan disposats a cedir, que no accepten les nostres raons i que no tenen cap intenció de respectar els nostres drets com a país i els nostres sentiments com a poble. És per això que hem decidit sortir als carrers de Barcelona l’any passat i a les carreteres de tot el país aquest any. perquè més enllà del que pugui passar el dia després, volem que tinguin clar que estem disposats a continuar lluitant per la independència de Catalunya. Sense violència, sense rancúnies, però amb passió i perseverança.
Hi ha dos homes als quals admiro profundament, l’un va morir assassinat i l’altre està a punt de deixar-nos perquè té ja molts anys, però tant l’un com l’altre seran per sempre més un gran exemple de persones lluitadores, intel·ligents i justes. Us deixo algunes de les seves paraules que convé molt tenir-les en compte per continuar aquesta lluita.

 Mahatma Gandhi
La violència és la por als ideals dels altres.

Gairebé tot el que realitzi serà insignificant, però és molt important que ho faci.
Quan algú comprèn que obeir lleis injustes és contrari a la seva dignitat d'home, cap tirania pot dominar-li.

No se'ns atorgarà la llibertat externa més que en la mesura exacta en què hàgim sabut, en un moment determinat, desenvolupar la nostra llibertat interna.
Aquelles persones que no estan disposades a petites reformes, no estaran mai en les files dels homes que aposten a canvis transcendentals.

 Nelson Mandela
Després d'escalar una muntanya molt alta, descobrim que hi ha moltes altres muntanyes per escalar.

L'educació és l'arma més poderosa que pots usar per canviar el món.
Un bon cap i un bon cor són una combinació formidable.

Visca la llibertat! El sol mai ha il.luminat un assoliment humà més gloriós.
Tot sembla impossible fins que es fa.