30/10/10

Adios, compañero

“Ni nos domaron, ni nos doblaron ni nos van a domesticar. Siempre adelante y siempre a la izquierda.”

"Los trabajadores seguimos siendo el pariente pobre de la democracia."

 "Ni el trabajo, ni el pan, ni la libertad, ni el futuro se regalan."

"Si uno se cae, se levanta inmediatamente y sigue."

Marcelino Camacho,
sindicalista y un  hombre íntegro.
-
-

24/10/10

Jo, vaya temporada...

El herpes zóster es una reactivación del virus de la varicela caracterizada por pequeñas ampollas dolorosas en forma de anillo agrupadas a lo largo, de un dermatoma

El herpes zóster es causado por el virus varicela zóster (VVZ). Éste es un virus de la familia de los herpesvirus (herpesviridae); en concreto se clasifica como HHV-3 o «virus del herpes humano 3». El VVZ es también el causante de la varicela, enfermedad cutánea clásicamente infantil. Por tanto, es necesario haber estado expuesto a la varicela para desarrollar un herpes zóster. (yo lo estuve, dos veces, aunque no os lo creáis así es.)

Esa mierda, con perdón de la expresión, es contra la que me toca luchar ahora. No es grave, vaya al menos eso espero, pero anda que no jode, otra vez con perdón de la expresión. Así que, ya véis, el mundo hirviendo con los asesinatos múltiples de Ciudad Juárez, la epidemia de cólera en Haití, las publicaciones de las aberraciones cometidas por el ejército norteamericano en Irak, las elecciones de la Generalitat a la vuelta de la esquina, Zapatero renovando y remodelando todo el equipo, y yo aquí, con este desagradable visitante que se ha presentado así sin avisar, sin pedir permiso y con la intención, según mi doctora, de quedarse unos cuantos días, más más que menos. Obviamente no os voy a amargar la vida publicando ninguna foto de eso tan desagradable que se llama herpes zóster porque no tenéis ninguna culpa de que me haya tocado aguantarlo. Solo os cuento lo que me pasa para que no creáis que he emigrado a la Patagonia, es que con lo molesto y doloroso que es el individuo este, no tengo mucho ánimo ni muchas ganas de comentar, ni pelear, ni siquiera opinar. Y espero que se me pase pronto porque creo que hay mucho sobre lo que decir algo. Os pondré una imagen agradable para que no os quedéis con mal rollo. En cuanto logre abatir al zóster este, volveré. Un abrazo a todos y a todas.


.
.

20/10/10

Daños colaterales


Un diez al nombramiento de Rubalcaba como hombre fuerte del gobierno. Es un hombre honesto, inteligente y ha demostrado durante su paso por el siempre difícil Ministerio del Interior, que cuando hay voluntad de arreglar las cosas se hace mucho más que se habla. Pero... los cambios bruscos siempre provocan daños colaterales y ¿a quién le ha tocado la primera piedra? Claaaaaaro. ¿Un ministerio de igualdad, para qué? decían machaconamente todos los machistas que desgraciadamente aún abundan en esta piel de toro que es Sepharad.

Se han hecho chistes facilones, se ha tratado de desprestigiar todo cuanto se ha hecho o se ha intentado hacer desde el Ministerio de Igualdad. Al final han ganado los berlusconianos y el Ministerio de Igualdad ha pasado a mejor vida. Ya vendrán tiempos mejores, debe haber pensado el presidente Zapatero, ahogado como está con las críticas de los suyos y la cacería a que lo someten todos los demás.

No sé si vendrán tiempos mejores o vendrán tiempos peores. Lo que sí sé es que no es casualidad que este ministerio haya tenido una existencia tan corta. Esta sociedad sigue estando dominada por esos prohombres de la pátria que miran a las mujeres con benevolencia y viven su ascenso social como una amenaza contra la que hay que luchar para impedir tener que compartir ese poder que tanto les atrae. En fin, habrá que seguir luchando por la emancipación de la mujer desde las trincheras.
.
.

13/10/10

Esta no es mi Perona

Desde luego mi barraca en La Perona no era esto...


                                           Pero tampoco era esto.

Vaya por delante que no soy racista. Creo que no hace falta que lo diga, todas las personas que me conocen saben muy bien cómo soy y cuánto detesto sentimientos tan mezquinos como el racismo. Y digo esto de entrada porque lo que voy a decir a continuación no tiene nada que ver con la raza de las personas que nombro sino con su despreciable actitud.

De hace algún tiempo a esta parte se habla mucho de las barracas en Barcelona. Y me parece muy bien. Todo pueblo tiene el derecho y el deber de no olvidar nunca su pasado, para lo bueno y para lo malo. Así como muchos de los racistas de hoy día, debieran recordar sus orígenes en lugar de comportarse como si siempre hubieran sido propietarios. Siempre que me entero de alguna exposición o documental sobre las barracas, busco mi antigua barraca, aquella chabola humilde hasta el extremo que es la única vivienda que sentí siempre como mi casa. Porque allí nací y viví hasta que a los ocho años mi familia emigró, no tanto por salir de la miseria material como para huir de la miseria moral que señalaba a mi madre, una de las personas más íntegras, honestas e inteligentes que he conocido, una persona toda bondad y valentía, una auténtica guerrillera de la vida, la señalaban digo, por el simple hecho de haberse enamorado de un hombre que la abandonó con una niña de meses y otra (yo) en camino. Afortunadamente, tuvo la suerte de dar con un joven tan íntegro como ella (el único padre que tengo) y pudo vivir con la dignidad que se merecía, aunque lo que más les ayudó fue la acertada idea que tuvieron de poner muchos kilómetros de mar entre la mezquindad y la ruindad de la España nacionalcatólica y la felicidad de su familia.

Y digo todo esto como explicación del porqué nos fuimos. Ahora vuelvo a mi añorada barraca. Era la número 309 de la Ronda de San Martín, aunque se conocía la calle como La Perona. Hay distintas versiones sobre el porqué de ese nombre, a mí sinceramente no me importa ninguna porque todas deben tener un orígen bastante calamitoso. Yo prefiero recordarla como la número 309 de la Ronda de San Martín, que al menos nombre sí tenía mi calle. La Ronda de San Martín eran dos hileras de barracas humildes pero limpias como una patena. Recuerdo que cada primavera, mi tía y mi madre se untaban la cara con aceite, se ponían un pañuelo en la cabeza y con unas escobas a modo de brocha larga, pintaban toda la casa con cal, que servía para pintar y a la vez para desinfectar. La pared del exterior, como la pobreza no tenía porqué anular la ilusión, la pintaban a dos colores, del ventanuco para abajo de color marrón y del ventanuco para arriba de color crema. Anda que no nos quedaba preciosa cuando poníamos un par de macetas con geranios rojos. Por dentro aquella casa era la sobriedad y la austeridad personificada, pero nosotros le dabámos cariño y con eso quedaba vestida como una gran mansión. Recuerdo las noches de invierno que jugábamos dentro porque fuera hacía un frío de perros y nuestra tía nos hacía sombras chinescas a contraluz del quinqué, mientras mi madre hacía unos fideos con habas para cenar, para carne no había, y mi abuela zurzía los calcetines para que los pudiéramos volver a usar. Para entonces mi padre ya se había ido a explorar nuevas tierras y buscarse un buen trabajo antes de llevarse a la familia, por lo que en casa éramos todo mujeres a excepción de mi hermano David que tenía dos años cuando su padre se fue y lo dejó en medio de aquel grupo tan peculiar.

Sí, la vida era dura. No tanto para los niños porque los niños lo único que necesitan para ser felices es no pasar hambre y que se les quiera. Y a nosotros, aunque pollo solo lo comiéramos por Navidad, no nos faltaba un plato de comida en la mesa y el cariño corría a raudales. Sin embargo, para los mayores sí tenía que ser muy duro. Para mí entonces todo era divertido, el baño de invierno en el barreño de cinc, el baño de verano en el lavadero de la vecina de enfrente, andar de un sitio a otro con un quinqué en la mano, correr todo el día por los campos, entonces de la Ronda de San Martín a la playa no había más que campos y como las monjas no nos querían en el colegio y las escuelas públicas estaban llenas de hijos del régimen, mi hermana y yo nos criamos, como dice la canción de Serrat, huérfanas de escuela. Pero eso, lógicamente, no nos impedía ser felices ¿qué más quisiera cualquier niño o niña que poder corretear todo el día como un animalillo salvaje sin nadie que le mande? Pero insisto, a pesar de todo, la Ronda de San Martín era un lugar digno, en el que no se veía basura por ningún sitio. No teníamos luz, no teníamos agua, no teníamos asfalto en la calle, pero teníamos dignidad. Por eso me jode muchísimo que todas las fotos que veo por ahí de La Perona, las pocas que hay, sean de la última etapa, finales de los sesenta hasta su desaparición, cuando los "payos" ya se habían marchado a algún piso o a la emigración y las barracas estaban habitadas por unas familias gitanas que tenían coche, tenían luz, tenían televisión y tenían la calle convertida en un auténtico vertedero de basura y de trastos viejos. Desgraciadamente mi familia no guarda ninguna foto porque entonces hacerse fotos era un auténtico lujo para personas tan humildes como nosotros, por lo que hago un llamamiento para que si hay alguien que tenga alguna foto de la Ronda de San Martin de antes del 59, por favor la publique para que no pase a la historia como una inmundicia. Porque sí, es cierto que hay que reivindicar aquellos tiempos como una etapa de la historia de Barcelona, pero no es justo que los barceloneses guarden en su memoria una imagen tan súcia de algo que fue una injusticia social pero en la que en su tiempo habitaron personas trabajadoras, limpias y luchadoras que no se dejaron llevar por la vagancia y la dejadez de permitir que sus hijos e hijas crecieran rodeados de basura.
.
.

7/10/10

Torno a sentir-me sencera


Els meus eren més o menys així, fins que un senyor que es diu cáncer va decidir escollir-me a mi i vaig perdre un dels meus estimats pits. Només qui hagi passat per aquesta situació pot entendre com és d'important perdre un pit. Aquell pit que va nèixer amb tu però que es va desenvolupar a poc a poc, que en arribar a l'adolescència et va fer patir perque no tenies gaire clar si volies que tothom veiés que en tenies pits o volies desaparèixer quan algún xicot no et treia els ulls de sobre. Fins que vas arribar a la edat adulta i vas tenir plena consciència del privilegi que significaven aquells pits, de l'orgullosa que et senties d'ells i com presumies (a partir de la democracia, es clar) d'ells a la platja practicant un "topless" que és el més sà que es pot practicar a les platges desprès del nudisme. I va arribar el dia en que vas ser mare i vas viure el grandíssim privilegi de donar el pit al teu nadó, hi ha quelcom més bonic en aquesta vida? I no em queixo, afortunadament per quan el càncer es va apropar al meu cos, jo ja havia tingut la sort de viure tot aixó. No obstant, no va deixar de ser un cop molt fort però, amb ganes de viure, preocupant-me pels demés i amb el suport del meu marit que és el meu millor amic, a més del meu millor amant, he pogut anar superant totes les etapes dures que em va tocar viure, la mastectomia radical, la quimioterapia per a matar elefants, la pèrdua del meu estimadissim pit esquerre... Ara, cinc anys i mig després i després d'haver passat cinc vegades pel quiròfan, torno a tenir un pit que, tot i no ser el d'abans, deunido lo bonic que me l'han deixat. Estic molt contenta, doncs tot i que encara em trobo un xic delicada per la última intervenció que va ser tot just ahír, em torno a sentir com era abans de l'amputació i us ben asseguro que, si no em moro abans, que espero que no, el proper estiu tornaré a ser la reina del topless, Oh, yeah! Jajajaja...
-
-

4/10/10

Dare to dream



Soy una enamorada incondicional del Cirque du Soleil pero tengo un defecto, no tengo pasta. Así que, aunque seguiré incondicionalmente enamorada de ellos y seguiré soñando con su precioso slogan "Dare to Dream", tendré que resignarme a no ir a verlos esta temporada porque los precios son escandalosamente caros.
.
.

1/10/10

La huelga general

Nada que decir sobre la huelga general, salvo que no estoy muy convencida de que pueda servir para algo. Es decir, los trabajadores hacen huelga, se manifiestan, los líderes sindicales se dan un baño de masas y el gobierno ¿qué puede hacer el gobierno? ¿Recular y desistir de llevar a cabo la reforma laboral? ¿Aun a riesgo de que Europa nos dé la espalda y las pocas industrias que nos quedan se larguen con viento fresco? Muy bien, ya lo hemos logrado, hemos conseguido parar esa maldita reforma que no hace más que perjudicarnos. Y ahora ¿qué? Bueno, pues ahora los trabajadores que tienen trabajo estarán más protegidos. ¿Y los que no lo tienen? Ah, para esos no tenemos ningún remedio. Pensad que los sindicatos están para defender los derechos de los trabajadores, si tú no trabajas ¿cómo te van a defender a ti? ¡Uffff!, qué complicado que resulta todo ¿eh? Con lo fácil que era cuando las fábricas estaban llenas de trabajadores y los trabajadores trabajaban y luchaban por mejoras laborales. Pero claro, una lucha obrera sin obreros… la cosa no es fácil, no.

Pero volvamos a la huelga. ¿qué pedíamos en la huelga? No a la reforma laboral, sí al empleo. Muy bien, correcto. ¿Y quién se supone que tiene que crear el empleo? Porque a mí que me perdonen pero no veo ninguna otra solución que no sea la creación de empleo. De lo contrario, por más huelgas que hagamos y más derechos laborales que cortemos… ¿Cómo van a pagar prestaciones si no entran cotizaciones? Yo lo veo muy difícil. Y, claro, lo fácil es echarle todas las culpas al gobierno pero, ¿cómo puede el gobierno crear empleo, obligando a las empresas que huyen a los mercados en los que pueden exprimir mejor a los trabajadores, a que vuelvan so pena de ser excomulgados? ¿rebajando todavía más las condiciones laborales para que los trabajadores españoles puedan competir con los mercados de las economías emergentes? ¿Cómo se hace eso, cómo se crea empleo? Tenemos que crear empleo con valores añadidos. Sí, eso es lo que tenemos que hacer pero ¿cuándo y cómo podremos lograrlo, de aquí a treinta años? ¿Y qué hacemos ahora con los millones de parados sin cualificar que tenemos en estos momentos? Les damos formación. Bien ya les hemos dado formación, un par de cursillos de manipulador de alimentos y cosas así. Y dónde lo colocamos a trabajar, en el Centre de Recerca Biomèdica? Y no os penséis que no entiendo a los sindicatos. Como miembro del Comité de Empresa que he sido durante una pila de años, me toca muy mucho los cataplines que traten de cargarse el convenio colectivo. Y no solo porque es una grandísima putada para los trabajadores que hasta ahora contaban con él, sino porque es una falta de respeto y consideración a los compañeros que sufrieron represión y escarnio por lograr ese triunfo para los trabajadores. Y estamos a punto de ver cómo tiramos todas las conquistas sociales por la borda, pero ¿qué podemos hacer para evitarlo, cuando cualquier joven de hoy día tiene que estar dispuesto a trabajar en peores situaciones y con peores condiciones que cuando nosotros empezábamos? Y lo más trágico, nos llega en el momento que nos llega, con un gobierno socialista encabezando todo este desaguisado. Pero claro, volvemos a lo mismo. Qué fácil es echarle todas las culpas. Y yo me pregunto ¿toda la culpa es suya? ¿Qué otro tipo de gobierno lo hubiera hecho mejor?... ¿Rajoy? ¡Ufff! Vaya panorama.

Luego está la otra parte de la huelga. La de esos niñatos antisistema que no son más que una versión violenta de los hippies de antaño. Una serie de “bohemios” vagos y oportunistas que no buscan trabajo porque no tienen ni han tenido nunca intención de trabajar. Dicen que están en contra del sistema pero son incapaces de organizarse seriamente. Su misión en la vida es dejar pasar el tiempo sin dar un palo al agua y aprovecharse del sistema al que tanto dicen odiar. Nunca harán nada que signifique un esfuerzo. Son como una versión desagradable de la cigarra. Ni siquiera están dispuestos a respetar a los demás. Para ellos el resto de ciudadanos no somos más que unos puretas alineados que bajan la cabeza y siguen al rebaño, sin embargo no tienen la más mínima vergüenza en pedir limosna o robar a cualquier pobre trabajador para seguir fumando petas y viviendo de la sopa boba. Eso sin mencionar a los rateros de tres al cuarto que se unen a la jauría cuando montan un festival. Puede que incluso se encuentre entre ellos algún que otro elemento provocador para desestabilizar como se ha venido haciendo siempre, solo que antes lo hacía el gobierno para desacreditar la lucha obrera y ahora vaya usted a saber quién lo hace para desestabilizar el gobierno.

Resumiendo. Felicidades a los sindicatos que dicen haber logrado un gran éxito con la huelga general. Felicidades al gobierno que dice haber salido reforzado de esta experiencia. Y al loro los trabajadores porque creo que no estamos mejor de lo que estábamos. Ah, y ya puestos a hacer resúmenes, hagan el favor de enviar a todos esos “antisistemas” a alguna isla desierta muy, muy lejos de aquí. ¿No dicen que son antisistemas? Pues si se largan del sistema serán más felices y nosotros nos quedaremos más tranquilos. Que bastantes problemas tenemos ya como para encima tener que aguantar a esos maleantes.
.
.