LA ALIANZA DE LAS CIVILIZACIONES

Dos cosas me han dicho en mi vida que me molestaron soberanamente: Que tenía una gran capacidad para la frustración. Me molestó entonces porque era muy joven y lo interpreté como sumisión, aborregamiento... Más tarde me di cuenta de que lo que el psicólogo interpretó como gran capacidad para la frustración era en realidad madurez y estoicidad para soportar situaciones adversas, cosecha que se logra a base de superar dificultades, dificultades de las de verdad, no como el no encontrar en la tienda el último juego de la play. Unos cuantos años más tarde, con motivo de la lectura de una novela que se me quedó durmiendo en el desván de los sueños, alguien me dijo que no era avispada. Me sentó mal porque lo interpreté como que era torpe o mojigata en mi expresión escrita. Sin embargo, en seguida me di cuenta de que, seguramente, la señora opinó tal cosa porque a ella le sobravan aguijones. Ayer tarde tuve una interesante conversación con un saharaui sobre la actitud de las potencias, tanto de Occidente como de Oriente, respecto a la iniciativa de José Luis Rodriguez Zapatero sobre la ALIANZA DE CIVILIZACIONES. Ambos estuvimos de acuerdo en que la idea es brillante pero no tiene muchas posibilidades de prosperar porque pueden mucho más los fuertes intereses de las potencias. Además, si una parte de quienes mantienen a esas potencias se dedican a fabricar armas, ¿para qué las van a fabricar, para guardarlas en una vitrina? Está claro que no, que las fabrican para venderlas y ganar grandes sumas de dinero. Si te paras a pensar, realmente es bastante desolador el panorama que nos ofrecen las relaciones internacionales: Unos fabrican bombas, armas y minas antipersona que en algún mercado tienen que colocar, otros utilizan esas armas para destruir países y luego cobrar comisiones altísimas a cambio de ofrecer exclusivas a empresas poderosas para hacerse de oro con la reconstrucción de las ciudades bombardeadas, supongo que el dinero para pagar esos costes debe salir de la cooperación internacional. ¿Dónde puede estar el final de toda esa sinrazón? En la paz, por supuesto. Pero ¿puede lograrse la PAZ sin JUSTICIA SOCIAL? NO, no se puede. Y... ¿qué fuerza tienen esas dos señoras para luchar contra tantos intereses? La que seamos capaces de darles quienes sí creemos en que otro mundo es posible. Sí, ya sé que no es tarea fácil y que seguramente alguien me volverá a decir algo que no me gustará, como por ejemplo que parece mentira que siga siendo tan ingenua. Pues NO, esta vez no me molestaré por lo que me digan, simplemente gritaré bien alto que SI NO LO PODEMOS CONSEGUIR, VALE LA PENA SEGUIR INTENTÁNDOLO DURANTE TODA NUESTRA EXISTENCIA. Algo se logrará, por poco que sea.

Dijo José Luis Rodriguez Zapatero al presentar su Alianza de las Civilizaciones en la ONU:

Todo lo que la humanidad ha logrado lo ha soñado antes.