Hipatia de Alejandría

La otra madrugada manifesté mi intención de dedicar la semana siguiente de mi blog a las mujeres, con motivo de la celebración del II Congrès de la Dona de Barcelona. Ayer fui a ver Ágora, la última película de Amenábar y, mira por donde, me regaló la idea de quien sería la primera mujer de esta serie: Hipatia de Alejandría.

.

Pese a mi austera formación académica, ya había oído hablar de este personaje y ya me había emocionado pensar que en tiempos tan antiguos hubiera una mujer tan ilustrada que pusiera en entredicho la creencia de los hombres de que la inteligencia era un don solo a ellos permitido, como Jessie Owens le demostrara a Hitler la poca credibilidad que tenía su supuesta supremacía blanca.

.

Yo que siempre envidié sanamente la inteligencia y la cultura que algunas personas demuestran poseer, únicos tesoros verdaderos que todos debiéramos codiciar, me enamoré de inmediato de Hipatia cuando supe de su existencia, porque ella además, era mujer y ser ilustrada y mujer en el siglo V era realmente admirable. Sin embargo, debo decir que la película de Amenábar no es solamente interesante y digna por presentarnos a Hipatia de Alejandría, sino también y de forma muy especial porque contrapone la gran sabiduría de aquella mujer a la testadurez fundamentalista de los hombres religiosos, tanto cristianos como judíos (luego surgieron los musulmanes que siguieron con esa triste tradición) y nos demuestra también algo que, desgraciadamente, sigue vigente hoy día, cómo las jerarquías de cada una de las religiones manipula a las masas y logran despertar en ellas, arropados por su supina ignorancia, los más bajos instintos.

.

Y como el caso de Hipatia de Alejandría no es único ya que todas las mujeres que, a lo largo de siglos de la historia conocida de la humanidad, intentaron cultivar la inteligencia tuvieron el mismo fin, la lapidación, la hoguera, la mutilación y el escarnio, me pregunto ¿por qué temieron tanto los hombres a las mujeres sabias? ¿qué peligro vieron y siguen viendo los fundamentalistas en el hecho de que la mujer se les pueda equiparar?

.

En cualquier caso hoy mi homenaje es para Hipatia de Alejandría. Una auténtica heroina, una mujer cuya pasión por el saber la llevó a dejarnos un legado de dignidad y ejemplo a seguir. Que se negó a sucumbir, cuando otros ilustres lo hicieron, a la imposición oscurantista de los fundamentalistas religiosos que la martirizaron y le dieron muerte. No creo en santos ni en santas porque la iglesia que los canoniza es la misma que destruye a quienes se atreven a discutirle sus dogmas. Sí creo en personas que, como Hipatia de Alejandría, se dedican a cultivar la inteligencia, a ofrecer generosamente su sabiduría y además, respetan a sus semejantes aunque tengan otros puntos de vista.

.