15/10/09

Clara Campoamor


Clara Campoamor fue una de las pioneras del movimiento feminista en España y la principal impulsora de la aprobación del voto femenino en las primeras elecciones republicanas, así como de la primera ley de divorcio.
.
Nació en el barrio de Maravillas, hoy Malasaña, en el seno de una familia sencilla pero de pensamiento progresista. Debido a la muerte de su padre, a los trece años tuvo que empezar a trabajar ayudando a su madre que era modista. En 1909 logró aprobar las oposiciones y entró en el cuerpo auxiliar de Telégrafos.
.
Sus inquietudes sociales e intelectuales la llevaron a obtener una plaza de profesora en la Escuela de Adultos de Madrid en 1914, siendo al mismo tiempo secretaria del diario La Tribuna. En 1922 decidió acabar el bachillerato y matricularse en Derecho, obteniendo la licenciatura por la Universidad Central.
.
Se dedicó intensamente a la actividad política, con especial interés en la reivindicación de los derechos de la mujer. Participó en múltiples conferencias y publicó muchos escritos. En 1929 pasó a formar parte del Comité Organizador de la Agrupación Liberal Socialista, e ingresó en Acción Republicana, partido de Manuel Azaña. Asumió la defensa de los sublevados tras el fracaso de la sublevación de Jaca en 1930 y fundó asimismo la Agrupación Unión Republicana Femenina.
.
Posteriormente se unió al Partido Radical, con el que, en 1931, fue elegida diputada por la circunscripción de Madrid provincia, y formó parte de la candidatura republicano-socialista. Fue una de las primeras mujeres, junto a Margarita Nelken y Victoria Kent, en obtener un escaño en las Cortes de la República.
.
Mantuvo una fuerte polémica con Victoria Kent porque ésta temía el voto de la mujer al considerar que la influencia de la iglesia podía hacer que votaran mayoritariamente a la derecha, pero Clara Campoamor defendía el derecho inalienable de la mujer a votar con total libertad como los hombres. Su postura de “feminista intransigente” hizo que tuviera que enfrentarse incluso a sus compañeros de partido.
.
En la sesión del 1 de octubre de 1931, al tratar de defender el voto femenino, Clara Campoamor tuvo que escuchar en el Congreso que no se debía aprobar el voto femenino, "hasta que las mujeres dejaran de ser retrógradas" (Álvarez Buyita, Rico); "hasta que transcurran unos años y vea la mujer los frutos de la República y la educación" (Victoria Kent); indefinidamente, "porque las mujeres son histéricas por naturaleza" (Novoa Santos); reducir el derecho a voto a las mayores de 45 años "porque antes la mujer tiene reducida la voluntad y la inteligencia" (Ayuso). Las otras dos únicas diputadas en aquél Congreso Constituyente, Victoria Kent y Margarita Nelken, también feministas, consideraron que no era el momento de reconocer el voto femenino y no lo apoyaron.
.
Al final fue aprobado por una pequeña mayoría y quedó establecido en la Constitución de 1931 que: Los ciudadanos de uno y otro sexo, mayores de 23 años, tendrán los mismos derechos electorales conforme determinen las leyes. Desgraciadamente en las siguientes elecciones de 1933 venció la derecha y se perdieron los escaños de Clara Campoamor y Victoria Kent.
.
En 1934, debido a la subordinación de los radicales a la CEDA y a la violenta represión del movimiento minero en Asturias, Clara Campoamor abandonó su formación política y quiso ingresar en Izquierda Republicana, surgida a raíz de la fusión de radicalsocialistas, azañistas y republicanos gallegos, pero fue humillada al votar su admisión públicamente y ser denegada. Nadie le perdonó, ya que consideraron que la victoria de las derechas en las elecciones de 1933 se debió a su empecinamiento en defender el voto de la mujer. A modo de autodefensa escribió entonces el libro “Mi pecado mortal: el voto femenino y yo”.
.
Al producirse el golpe militar de 1936, Clara Campoamor huyó a Alicante donde embarcó con rumbo a Suiza. En 1951 quiso volver a España pero no se lo permitieron por haber pertenecido a la masonería. Le plantearon que si quería volver, tendría que elegir entre dar los nombres de los masones que conocía o pasar doce años en la cárcel. Clara Campoamor reivindicó que ser masona era un delito legalísimo cuando ingresó en la masonería y no volvió. Eligió nuevamente el ostracismo, el destierro y el olvido. Murió en Lausanne en 1972 a la edad de 84 años.
.
.

No hay comentarios: