26/1/09

La fina piel de la iglesia


Rouco defiende la libertad de expresión "tutelada"
El presidente de la Conferencia Episcopal arremete contra la campaña de publicidad en autobuses a favor del ateísmo
AGENCIAS - Madrid - 25/01/2009

Hay que ver qué piel tan fina tienen estos cardenales arzobispos. Y que falta de confianza en la fe de sus feligreses. Porque, vamos, digo yo, a mí se han pasado años intentando meterme en la cabeza sus creencias y sigo firme en mi ateismo. ¿No se supone que lo mismo debiera pasarle a los creyentes? ¿Tan ligera es la fe de los católicos que por ver a un par de autobuses circulando por la ciudad con el mensaje de que probablemente Dios no existe, deja de preocuparte y disfruta de la vida, corre el peligro de esfumarse?
Ah, ¿y por qué no menciona a los autobuses que circulan con mensajes religiosos? ¿no se ha parado a pensar este señor que quizás esos hieren mi sensibilidad, o es que solo cuenta la sensibilidad de sus creyentes? Que por cierto, creo que es de muy mal gusto robarle a Gandhi una frase para utilizarla en esa campaña. O sea que antes para la iglesia católica solo había un dios verdadero, razón por la que tantas y tantas personas han sido torturadas y quemadas en la hoguera a lo largo de la historia, y ahora, utilizan la frase de un hombre hinduista para hacerse publicidad ¿es que han pasado de moda las epístolas de San Pedro, por ejemplo?
Y qué sútil: una libertad de expresión tutelada... Y ¿quién debe tutelarnos, el Sr.Rouco? ¿el mismo que sale a la calle a pedir que les retiren los derechos a los colectivos que finalmente y después de mucho luchar por ellos han logrado que las leyes se los reconozcan? ¿Es que no son esas personas hijas de Dios? ¿Es que no nacemos todos a imagen y semejanza de Dios, Sr. Rouco?
¿Es que es usted más feliz sabiendo que hay personas que sufren porque no les está permitido vivir tan dignamente como cualquier ciudadano?
Pero volviendo a los autobuses (en cuanto me meto en la iglesia pierdo el oremus), a mí me parece fantástico que esos autobuses circulen por la ciudad. Son un soplo de alegría y libertad, de optimismo y de homenaje a la vida. A la vida sana, civilizada y al aire libre, no a la de las negras sotanas con olor a sacristía. Ahora bien, si los señores de la iglesia quieren hacer su campaña (siempre que se la paguen con su dinero y no con dinero del gobierno), a mí me parece bien. Yo no pido tutelar la libertad de expresión de nadie, ni hiere mi sensibilidad porque no corro ningún peligro de que me adoctrinen. Sin embargo, me parece bastante desproporcionado que en un país en el que hay miles y miles de iglesias, en el que el clero se cuela incluso en las televisiones públicas con sus misas de los domingos por la mañana (cosa que no debiera suceder porque se supone que somos un país laico), en el que existen todavía un sinfin de colegios religiosos, necesiten imitar a los ateos y poner su propaganda, con frases que no son suyas, en los autobuses como si tuvieran miedo a que dos inocentes anuncios pudieran resquebrajar los firmes pilares de la santamadreiglesiacatólicaapostólicayromana.
Dice el Sr. Rouco: "es un abuso que condiciona injustamente el ejercicio de la libertad religiosa" (¿eign?)
Sr. Rouco, lo que condiciona injustamente el ejercicio de la libertad religiosa es su actitud intransigente y totalmente insensible a los sentimientos de cualquiera que no sea "de los suyos".
Ya va siendo hora de que este país se modernice y se libere de tan arcaico lastre. Pena me da leer en la prensa que en las ciudades de Roma, Milán y Zaragoza se ha prohibido la publicidad de los ateos, actitud mucho más propia de la edad media que de la época en que vivimos. Y luego hay quienes creen que solo otras religiones son integristas.

4 comentarios:

Nerim dijo...

¿Cuanta razón tienes Julia!.
Lo que le pasa a la Iglesia es que no pueden poner puentes al aire, ya por poder, no pueden ni siquiera convencerse a ellos mismos de que su "doctrina" tiene los pies de barro y que sus creencias necesitan del alimento de otros ideales para poder subsistir.Ellos siempre han sido los mandamases en todo, algo así como el perejil de todas las salsas. Siguen creyendo que Dios está de su parte y lo que Dios está, es harto de la hipocresía de la iglesia, de todas las iglesias del mundo, de todas las religiones, de todos nosotros.Pero... es que Dios existe?, seguramente si, a lo mejor no, pero lo que tengo claro es que solo tengo una vida y la viviré con mis ideales, con mis creencias y con toda la fuerza que me ha dado el respirar, y con toda la libertad del mundo para soñar en un cielo del mañana, para rezar o para cantar, pero en todo caso, para vivir plenamente sin dejar que me invadan o asolen los ángeles del infierno.
Así he pensado siempre, desde que era muy jovencita y eso que me eduqué en un colegio de monjas, bueno, trataron de "educarme", pero me defendí con uñas y dientes.

Julia dijo...

Caray Nerim, qué lenguaje tan hermoso y tan poético. Se puede decir más fuerte pero no más claro. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Yo respeto muy sinceramente y muy profundamente a todo aquél cuya creencias no hacen daño a nadie. Pero me niego en rotundo a justificar siquiera cualquier creencia que, como la nacionalcatólica niega derechos a los ciudadanos en razón de su condición o cualquir otro motivo. Sí a la libertad de religiones, ideologías y creencias en general. No a la intransigencia ni a la injusticia de la imposición.

Muchos besos.

Cani dijo...

Tiene una piel tan fina que cada vez dejan ver mas, sus miserias e hipocresia.
Un saludo

Julia dijo...

Gracias Cani por tu comentario. He entrado en tu blog (o tus blogs mejor dicho) y ¡ufff! cómo te lo curras, ¿no? Me he quedado con las ganas de pasearme por ellos todo el día pero me pillas en el trabajo y no puedo hacerlo. A ver si esta noche tengo tiempo porque me has dejado totalmente enamorada. Yo también adoro a Federico García Lorca desde que lo descubrí en plena adolescencia.

Un beso y hasta pronto