31/5/10

¡Oh, Israel!


¿A dónde coño vas Netayanhu, a donde coño vas?


¿No oyes las voces de tus muertos que te recriminan que te comportes como hicieron sus verdugos?

¡Qué triste destino el del pueblo judío, asesinar o ser asesinado! ¿Por qué le negáis, involucionistas del Estado de Israel, el derecho a ser un pueblo amable, respetado y admirado como se merecen muchos, muchísimos ciudadanos judíos dispersados por todo el mundo?

No, no defiendo a los integristas palestinos, ni defiendo a los fundamentalistas islámicos. Ningún fundamentalismo, fanatismo o cretinez son buenos para nadie más que para aquellos que no dudan en erigirse en verdugos de sus semejantes. Dentro de los integristas peligrosos y nefastos para la convivencia pacífica, están también los integristas judíos. Con lo que no contábamos es con que el gobierno legalmente constituido de un estado democrático como es el estado de Israel, se sumara a ese integrismo violento que no duda ni siquiera en hacer tambalear la paz internacional.

Dicen que entre los cooperantes había terroristas. Es el mismo argumento que utilizaron los nazis para asesinar a tantos millones de judíos salvajemente, que todos eran responsables de la usura financiera que llevó a la miseria a la sociedad alemana. Si una cosa no era cierta, la otra tampoco. Si una cosa no justificaba el holocausto, tampoco el terrorismo justifica que Israel asesine impunemente a personas inocentes. Esa actitud solo lleva a incrementar el terrorismo porque ya se sabe desde tiempos ancestrales que la violencia solo engendra violencia.

¡Pobre Palestina! ¡Pobre Israel!

.
.

4 comentarios:

MaryLou dijo...

Toda la razón!!! qué pena que no puedan vivir unos y otros con dignidad y paz!
Los intereses económicos, como siempre, son los que marcan estas pautas!
Besicos

Julia dijo...

Estas y tantas otras ¿por qué será tan mísero el hombre como para conformarse con desperdiciar la vida en pura avaricia? ¡Aish, qué lástima!

Un montón de besos

Álvaro Tilo dijo...

Lejos de posicionarme a favor de cualquier fanatismo religioso, extremista y terrorista, sí tomo partido a favor del pueblo palestino, del saharaui y del Frente Polisario.

Unos, los israelitas, con el apoyo internacional, han pasado de víctimas a verdugos y otros, los palestinos, no han dejado nunca de ser lo primero (víctimas). No es justo.

Concluyo. El más digno ejemplo de convivencia entre estos pueblos y el ejemplo a seguir es la del músico Daniel Barenboim, nacido en Buenos Aires, de familia judía de origen ruso con el alto honor de ser el único ciudadano del mundo con la doble nacional israelita y palestina, amén de la española y fundador de la orquesta de jóvenes músicos israelitas y palestinos (Orquesta del Diván Este-Oeste) con sede en Sevilla. Todo un ejemplo del gran maestro.

Un cordial saludo.

Julia dijo...

Totalmente de acuerdo Álvaro.

Gracias por tu comentario y un abrazo