22/5/10

Meditación

Me he retirado unos días a meditar, a ver si hay suerte y logro encontrarme a mí misma porque lo cierto es que últimamente siento una confusión considerable.

Hay cosas que las tengo muy claras... creo... lo que me confunde es que se supone que en quienes confío debieran tenerlas también muy claras porque si no, ¿cómo podré seguir confiando? ¿Derecho a juzgar a los demás? Pues no, tampoco es que tenga mucho derecho porque lo cierto es que la cosa está mal y alguien tiene que tomar la iniciativa para arreglar todo este desaguisado, desde luego no espero nada de los inmobilistas ni de aquellos que son tan puros de espíritu que no harán nada por no mancharse. Eso lo tengo bastante claro... creo, lo que no acabo de entender es el método. Yo desde luego no lo habría hecho nunca así pero, claro ¿quien soy yo?, lo malo es que la mayoría de las personas que tengo a mi alrededor tampoco entienden que se hagan las cosas como se hacen, pero claro ¿quienes son ellos y ellas? Pues eso, que no somos nadie los miles y millones de trabajadores y trabajadoras de este país, porque ni contamos para nadie ni estamos dispuestos y dispuestas a hacernos oír ¿o sí? Si alguien sabe cómo salir de esta, por favor que lo de a conocer. Yo desde luego no lo sé y no me gusta nada lo que veo. Quiero seguir creyendo, quiero seguir confiando, quiero seguir pensando que podemos cambiar esta sociedad con el esfuerzo de todos... DE TODOS... pero no sé cómo lograrlo porque de momento no veo que se intente nada más que contar con el esfuerzo de los de siempre.

No se confundan los oportunistas que están a la que salta para justificar su inactividad e insolidaridad con aquello de "ya te lo decía yo". No, no me lo decía nadie porque quienes decíais eso eráis aquellos que solo saben ver defectos, se niegan a ver virtudes y además se creen siempre por encima del bien y del mal. Evidentemente quien no se lanza nunca se caerá y quien no hace nada nunca se equivocará, pero estos no me importan. Me importan quienes sí se preocupan y sí están siempre dispuestos y dispuestas a colaborar, a echar una mano y que ahora se ven señalados y señaladas con el dedo con un ¡eh, aprétate el cinturón que contamos contigo! Y yo digo, vale, contad conmigo, pero coño, contad también con aquellos que lo destrozaron todo ¿no? Es que con esos no podemos contar porque esos son los que tienen que dejarnos el dinero y solo nos lo dejarán si te apretamos el cinturón a ti. ¡Joder! Eso no vale. Sea cual sea la excusa, siempre pagamos el pato los mismos... y las mismas...

No, no olvido todo lo bueno que hemos hecho porque, aunque esos inmobilistas a los que me refería antes nunca os reconocerán los méritos, yo sí los reconozco... y los agradezco además... y creo que habéis hecho cosas que nadie jamás había hecho antes. Cosas buenas, muy buenas, pero... no sé, no quiero desmoralizarme ni por supuesto desmoralizar a nadie, pero estoy muy confundida. Ni siquiera podría decir que estoy enfadada porque hasta eso es difícil. Hasta me siento solidaria porque sé que son momentos muy, muy difíciles, pero... no sé... no quiero desmoralizarme ni por supuesto desmoralizar a nadie pero no estoy contenta. No, no estoy nada contenta. Espero que alguien me diga, ven, vamos a hablar sobre el tema, ya verás como después lo verás todo más claro... eso espero... ojalá...

Mientras, seguiré con las actividades con las que me he comprometido porque por supuesto una cosa no justifica la otra, pero tengo que meditar y espero que otros y otras también mediten.
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11 comentarios:

Álvaro Tilo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Álvaro Tilo dijo...

Hola Julia: Por parecidos motivos a los tuyos, desde hace unos días también he colocado en mi página el cartel de: «Cerrado, volveré pronto»

No tenía ninguna intención de escribir en ningún “blog”, pero al ver tu escrito y entender tus circunstancias especiales he decidido romper lo que me había impuesto y escribirte unas líneas.

La experiencia ajena, Julia, existe pero no nos sirve, sólo nos vale la propia, sólo nos sirven nuestros actos y con las demás personas podemos ser más o menos solidarios pero tampoco pasaremos nunca de ahí. Entonces, puedo entender tus estados de ánimo, de confusión, de tristeza de alegría y de esperanza, porque entre otras cosas yo estoy en situación similar. Las circunstancias me están haciendo cambiar mi carácter, mi forma de entender la vida y la manera de expresarla a través de mis escritos., No me gusta lo que escribo ni como lo hago, me he vuelto agresivo en demasiadas ocasiones y pido disculpas por ello, independientemente de mis múltiples faltas gramaticales y de expresión. También necesito aclarar mi mente.

¿Nos podríamos consolar el uno en el otro? Puede que sí y de hecho lo esteremos haciendo en este momento, pero ni tú puedes entrar en mi alma ni yo en la tuya con lo cual, todo quedará en un bello ejercicio de solidaridad, que ya es mucho.

En los últimos tres años de mi vida me han dado tan duro en el tema laboral que me han llevado a una muy difícil situación en todos los terrenos personales. Yo no cree los problemas en mi empresa ni se los he creado a España ni al gobierno ni a la madre que les parió a todos; no me pidas, por favor, que sea solidario con ellos y que intente aportar soluciones. Ellos me bajaron del tren, me dieron una patada en el culo con cuatro pesetas que me duraron poco y ¿ahora? Cobro prestación ridícula de miseria, de risa que si tuviera que vivir de ella mi familia no nos llegaría ni al día 10 de cada mes y que además gasto en su mayor parte en seguir cotizando con lo cual me veo obligado, no puedo aguantar más, a jubilarme anticipadamente, lo que implica, bien sabes, a pesar de mis más de 35 años de cotización una rebaja importante en la jubilación que encima va a nacer congelada. ¡Manda huevos! ¿Tú crees que alguien se ha preocupado de mi? Con voz triunfalista ya nos dicen todos los días que tenemos derechos sociales garantizados (ellos sí que tienen garantizada la jubilación máxima) y con poco más de 400 euros de prestación ya se sienten solidarios los mal nacidos y mentirosos que nos gobiernan.

¿Qué llevan haciendo los Sindicatos “de clase” por los trabajadores en activo o en paro en los últimos años? Sólo he visto que hayan defendido con todo rigor, ardor y entusiasmo a uno de ellos, curiosamente rico y que precisamente no se queda en el paro ni cobrando una prestación de 400 euros. ¡De vergüenza! Es Baltasar Garzón, ¿qué han hecho por los demás trabajadores, en los últimos dos años? ¡Dímelo por favor! ¿qué han hecho?

No me pidas como haces habitualmente, que aporte soluciones, no las tengo, no sé, me han vuelto tan insolidarizo que creo que ni me importan porque además, aunque las tuvieran excepto tú y cuatro amigos más, nadie más las iba a escuchar.

¿Crees que si se hacen una huelga general promocionada por los vividores que viven de la subvención publica y que han arropado al más pésimo gestor como es Zapatero, voy a ir? Pues ya sabes que no, como tampoco me puedo creer nada de lo que dicen ahora (durante muchos tiempo han estado calladitos) esta panda de vagos

Termino Julia, dentro del afecto y solidaridad verdadera que te profeso, estoy a tu lado y te entiendo y te animo a que sigas en la lucha pero no olvides que todos los demás también tenemos nuestra propia vida, nuestros problemas que resolver y no puedes nunca pedir que aportemos nada porque todos estaríamos encantados de hacerlo si pudiéramos.

Un abrazo solidario y sobre todo de amigo.

MARI dijo...

Hola Julia, tienes todo el derecho del mundo a enfadarte, ENFADATE! hace tiempo que los sufridos militantes socialistas de a pie que no dudo que con muy buena fé quereis construir una sociedad más justa,hos deberiais haber enfadado. Vosotros teneis responsabilidades tambien, opinion, criterio, manifestar vuestras dudas, cuando el Capitan lleva el barco al naufragio, se puede rebelar la tripulacion. Los ciudadanos luchamos día a día por sobrevivir,como nuestro amigo Álvaro.
Creo que eres valiente,pues mojate dí NO, los votantes socialistas nos merecemos y estamos esperando un cambio ya.
Sinceramente Julia, te parece poco (con la que esta cayendo) la solidaridad y el arrimar el hombro, que esta demostrando el pueblo llano y ahora se nos premia con el Zapatazo, en to los morros.

Apelo a tu sentido comun, sigue meditando y luego piensa, dime Julia, es justo que se puedan cobrar hasta tres sueldos de 6000 euros al mes,de la administración,
ENFADATE el pueblo esta enfadado, asqueado y lo que es lo peor, no cree en sus gobernantes.

Querida Julia, te deseo lo mejor animate y no dejes de luchar.
Perdona si te he molestado, con alguna palabra, soy sincera.

UN ABRAZO

antonio dijo...

Hola Julia!
Con esta crisis queda demostrado que los gobiernos están en manos del capital.Somos simples marionetas en manos de especuladores que cuando las cosas van bien te dan las migajas y cuando van mal te quitan el pan.

Culpables somos todos nosotros por acomodarnos en este sistema, de no valorar las cosas por lo que realmente valen,por hacerles caso,por tomar su dinero para poder comprar de todo para presumir.

La gran fiesta acabó y el resacón es enorme, les hemos reído las gracias,nos pusieron los manjares en bandeja pero cuando llegó la factura salieron corriendo.

Tendríamos todos que meditar contigo para poder encontrar respuestas a todo esto,pero creo que lo mejor que puede hacer el pueblo es no dejarse engañar más por el sistema capitalista.

Todo ha caído por su propio peso y esto es bueno si lo sabemos aprovechar y si somos listos.

Muchos ánimos Julia,todo pasará y el sol saldrá cada mañana para recordarnos lo dichosos que somos.
Nos robaran la cartera pero nunca nuestra alma.

Saludos afectuosos!

Luis Llorente dijo...

Julia las nubes siempre pasan y cuanto más nubes más alegría cuando el sol por fin aparece. Conozco de algún caso cercano con infinidad de problemas y con muy pocas soluciones. Los ritmos de la vida, del momento del entorno nunca son nuestros ritmos “y te aseguro que conozco ese aspectos”.
La verdad es que hoy tampoco he tenido un día espléndido “ya sabes como soy” no soy el mejor consejero al que hoy puedas escuchar pero para todo siempre hay un porque razonado, seguramente doloroso y no todo lo justo que quisiéramos pero lo hay.
Hoy y mañana tengo algo de folión si puedo te llamo el miércoles.
Muchos besotes.

Julia dijo...

Querida Mari, no me has molestado en absoluto. Entiendo perfectamente tu cabreo, que comparto aunque no coincidamos en todo, porque tú sigues creyendo que la culpa de todo es de unos políticos determinados y yo creo que el problema es mucho más grande y mucho más difícil de arreglar que cambiando a los políticos. Pongo la mano en el fuego que si nos hubiéramos encontrado con estos problemas con que ahora nos encontramos con otros políticos en el gobierno, las posibles soluciones para solventarlos no habrian sido en absoluto mejores, puede que ni siquiera muy diferentes. Hay temas que nos superan y que no hemos sabido aún encontrar la forma de dominarlos. El color del gobierno importa en tiempos de bonanza porque los de izquierdas intentan mejorar las condiciones de vida de los más desfavorecidos, pero en tiempos de crisis como el que estamos, las condiciones las imponen las financieras y las multinacionales. Solo si los trabajadores fuéramos capaces de luchar todos a una en toda Europa, no tendrian los especuladores más remedio que pensárselo antes de estrangular la economía, pero en fin, esto es muy retorcido y estoy segura de que ni yo seré capaz de explicártelo ni tú quieres que te lo explique porque no me crees y, por supuesto, estás en tu derecho.

Muchísimas gracias Mari por tus buenos deseos. Yo también te deseo la mayor tranquilidad posible, a pesar de los tiempos que corren. Por mi parte seguiré en la brecha, por supuesto, y seguiré enfadándome, meditando, equivocándome, creyendo en mis compañeros, intentando encontrar entre todos la manera de salir de esta, tratando de aprender a separar la paja del trigo para no dejarme vencer por quienes tienen por objetivo embadurnarlo todo para que nada quede claro. No sé si lograré algo, pero desde luego lo seguiré intentando.

Un abrazo muy fuerte y muchas gracias por tus muestras de simpatía. Te aseguro que te entiendo, aunque no estemos de acuerdo al cien por cien.

Julia dijo...

Querido Antonio... nada que decir. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Solo agradecerte muy sinceramente tus buenos deseos y decirte que tus palabras me saben a paz interior, buenos sentimientos y sabiduría. Muchas gracias por compartirlas conmigo. Yo también creo que el sol seguirá saliendo cada mañana y que jamás podrán robarnos la libertad y la dignidad. O como dijo Pablo Neruda, podrán arrancar todas las flores pero no podrán detener la primavera.

Un abrazo muy fuerte lleno de afecto y respeto.

Julia dijo...

Mi muy querido Luis, siento haberte preocupado con mi estado de ánimo, que estoy segura compartes. Estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices menos en eso de que no eres buen consejero. Sé que no llueve a gusto de nadie, o quizás sea más cierto decir que solo llueve a gusto de los peor intencionados, que la vida nos empuja a veces por caminos rodeados de guijarros cortantes y peligrosos precipicios, lo sé. Sé que no quisiera estar en estos momentos en la piel de muchos y muchas que tiene que dar la cara aun a riesgo de que se la rompan, lo sé. Y sé también que después de las tormentas siempre vienen las calmas, que todo pasará y volveremos a sonreir confiados. Solo espero que de todo esto sepamos sacar conclusiones, que los sacrificios sirvan para algo y que aprendamos a llamar a las cosas por su nombre desde un principio aun a riesgo de perder audiencia... Bueno, y no me errollo más que es que no tengo remedio. En conclusión, no te preocupes por mí, estoy enfadada y confundida pero seguiré en la brecha y además, tú y yo tenemos la obligación de conservar energías para preocuparnos de temas más serios que los estados de ánimo basculantes de cada uno de nosotros, ¿no crees?

Un besazo y muchas gracias por estar siempre ahí.

zel dijo...

Es que és horroròs júlia, desespera i no es veu sortida per cap banda, no pot ser que fins el FMI ens vingui a dir que hem de fer més retallades socials, estem governats per gent sense cor, sense solidaritat, sense el més mínim principi ètic...jo també estic desesperada!

Julia dijo...

Sí Zel, és horrorós, preocupant, indignant i moltes coses més, però desesperada no, encara no. Potser si no trobem sortida ho arribarem a estar tots, però de moment no ho estem, al menys no la majoria. No podem ser frívols a l'hora de descriure la realitat perque correm el risc de perdre la raó moral que ara tenim. El FMI ens ve a dir el que tenim de fer perque durant molt de temps hem estat tirant endavant en part per les ajudes que hem rebut, el dia que estiguem en disposició de poder despreciar tots els ajuts que ens puguin oferir, podrem dir-los que es fiquin els seus suggeriments allà a on els hi càpiga, però de moment és el que hi ha. Altre cosa és que siguem tots capaços o no d'unir-nos i plantar cara per evitar que la cosa vagi a més. Però es clar, tenim un problema greu, com ens podrem unir per defensar-nos de la tirania del capitalisme si ho analitzem tot a través dels nostres interessos personals i del nostre estat d'ànim? Només sento dir que tot el que hi ha no serveix, ni els politics, ni els partits, ni els sindicats, que tothom és dolent, que tots ho fan molt malament, que tothom ens vol fer mal, que només nosaltres (cadascú té un nosaltres diferent, lògicament) tenim la raó i els drets, però cap obligació. Encara no he sentit a ningú suggerir alternatives serioses a tot el que hi ha. Durruti deia No nos asustan las ruinas, nosotros heredaremos la tierra, però es clar, de terra ja no en queda doncs ens la hem gastat tota en fer urbanitzacions i grans ciutats. Tothom volia comprar i sentir-se propietari, ningú no es parava a pensar que passaria el dia en que la bombolla inmobiliaria petés, els governs no ho van tenir en compte, però el poble tampóc. Si es va produir la bombolla inmobiliaria va ser tant per l'avaricia dels constructors, com de la codicia dels compradors que pensaven en el gran negoci de comprar a tres per vendre a trenta. Aixó és com el tema de les putes, la societat, hipòcrita com es, s'escarraça a criticar a les putes però jo dic que si no haguessin clients no hi haurien putes. Si el preu del totxo es va disparar és perque sempre hi havien compradors, si els compradors, en lloc de pensar en el gran negoci que farien, haguessin sigut responsables i solidaris amb la gent del seu entorn i s'haguessin negat a comprar, el mercat hauria tornat a nivells lògics i no s'hauria produit la malaïda bombolla que ens ha portat a la ruina a tots, els qui han comprat i als que no ho vam fer perque mai ho varem veure clar. I ara molts d'aquells insolidaris que van comprar a qualsevol preu sense pensar en les conseqüències, només pensant en el seu propi benefici, em venen a donar lliçons de ètica. No sé, Zel, saps que estic d'acord amb tu en moltes ocasions i estic segura de que ets una dona assenyada, intel.ligent i solidaria, siusplau no caiguis tu també en la trampa de destruir tot el que tenim abans de crear alternatives, no, tu no, aixó deixa-ho pels adolescents, pels irresponsables, pels insolidaris i per les moltes planyideres que corren per arreu, però tu no, de tu esperem molt més.

Una abraçada

Julia dijo...

Querido Álvaro, solo una puntualización. No sé si hay mucha gente que se acuerde de que existieron Marcelino Camacho y Nicolás Redondo, supongo que sí, al menos yo sí lo recuerdo, aunque he de decirte que también recuerdo a muchos otros compañeros de la Olivetti, Roca, Mateu y Mateu, Seat, y otras grandes luchas, que sin ser tan "célebres" fueron igual de válidos. Y todos ellos tuvieron algo en común: no se quejaban nunca de si los sindicatos servían para algo o no, simplemente se lanzaban a la lucha y se predisponían a dar la cara y liderar aquél movimiento obrero que logró dignificar la vida de tantos trabajadores, hasta que llegaron otros tiempos, aquellos trabajadores se jubilaron y los que vinieron detrás se dedicaron a vivir, a comprar y algunos hasta se decidieron a jugar en bolsa, mientras abandonaban los sindicatos con la excusa de que no servían para nada, logrando que efectivamente no siervieran para nada... Bueno... es una larga y triste historia. Una historia en la que todos tenemos algún papel, no disimulemos ahora echándole todas las culpas a otros. Aquellos líderes obreros de los que hablamos no perdian el tiempo en eso, simplemente consideraban que no les gustaba lo que había, que había que hacer algo para cambiarlo y lo hacían.