¿De qué va toda esta movida?

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Estoy contigo Pepe Blanco. La iglesia adopta una actitud HIPÓCRITA, sí señor, hipócrita, rancia y casposa con referencia a la nueva ley del aborto.
Hipócrita porque lo único que pretende la ley es legalizar una situación que ya se está dando. La diferencia es que las miles de mujeres que ahora arriesgan su vida teniendo que ponerse en manos de oportunistas sin escrúpulos, o se arriesgan a ir a la cárcel, ella y su médico o médica, cuando encuentra a un profesional dispuesto a ayudar, podrán hacerlo con total garantía de salubridad y de forma totalmente gratuita. Porque a las clínicas privadas van las señoras y las hijas de esos señores que ahora firman manifiestos en contra de la ley. Qué vaya usted a saber si no es ese y no otro el motivo que les lleva a posicionarse furibundamente en contra de la nueva ley, si se hace de forma gratuita, algunos de ellos pierden un buen negocio ¿podría ser por eso que hay médicos "objetores de conciencia"?

Rancia porque siguen posicionados en su actitud arcaica, injusta e impositiva de un Dios colérico y autoritario que antepone la sumisión a él a la felicidad de los seres humanos, con promesas falsas de futuros paraísos. Y casposa porque más les valdría preocuparse por la cantidad de pederastas que surgen aquí y allá, algunos desde el mismísimo seno de la iglesia (ver la prensa de ayer por ejemplo) y a los que nadie, ni el mismísimo papa, excomulga. ¿Es que no tiene nada que decir la iglesia de todos esos abusos?

Y otra cosa que me molesta: "Declaración de Madrid" ¿Qué se han creído esos señores para posicionarse en nombre de Madrid? Que le llamen Declaración de Fulanos de tal y Fulanas de Lujo, o Declaración de Hipócritas y Falsos Reunidos, o qué se yo, un sin fin de posibilidades se me ocurren, que no las pongo por no pasarme tres pueblos. Pero ¿Declaración de Madrid? Y ¿qué culpa tiene Madrid? ¿Acaso a alguien se le ha ocurrido llamar a la nueva ley del aborto La Ley de Madrid? ¿Por qué siempre esa tendencia a imponer, a hacerse dueños de forma ilegítima, a manipular, tergiversar y enlodar cuanto tocan? Yo, que soy de Barcelona me siento indignada cuando leo que le llaman Declaración de Madrid, no quiero ni pensar lo que debe sentir un madrileño legal al ver el nombre de su ciudad utilizado por un puñado de señores que hacen, de algo que no les importa, una causa común por utilizarla con fines políticos. Porque me gustaría a mí saber cuantos de esos "intelectuales" y "profesionales" que firman el manifiesto han pagado para que una hija, una hermana, una amiga o una fulana haya podido abortar en un clínica de lujo y privadísima.

Dice Nicolás Jouve, a quien respeto por su trabajo pero lamento que siendo como es un brillante científico adopte esa posición tan poco científica, como si de un celtibérico carpetovetónico se tratara, que el embrión es "la primera realidad corporal del ser humano" y ha defendido que el embrión y el feto deben ser considerados como un "nuevo ser humano independiente de la madre". ¿Cómo que independiente de la madre? ¿Está usted distraido o qué? ¿Cómo va a ser un feto infependiente de la madre si muchos no son independientes ni a los treinta años?

¿Por qué tratan de engañar a la gente? ¿Por qué esa inclemencia de hacer sufrir, más de lo que ya lo hacen, a las mujeres que se ven en la necesidad de abortar? Porque enterense ustedes, señores manipuladores de conciencias, NINGUNA mujer aborta por gusto, NINGUNA. A NINGUNA mujer le sienta bien abortar, a NINGUNA. Cuando una mujer aborta es porque, o bien necesita hacerlo por haber sido violada o por alguna circunstancia que pone en peligro su vida, o bien es suficientemente sensata como para darse cuenta de que traer al mundo a un desgraciado no es precisamente muy moral sino todo lo contrario. Sé que también las hay que tienen medios y deciden abortar, pero esas no me preocupan porque pueden pagar los servicios, el silencio y lo que haga falta. Me preocupan las que no tienen medios y se ven en la necesidad de abortar.

Las únicas personas que pueden tener interés en que el mundo siga lleno de pobres, de niños sin hogar, de gente dispuesta a lo que sea por sobrevivir, son aquellas que se enriquecen de la explotación de esos pobres. Supongo que los señores de la Declaración de Madrid no son de estos, solo están equivocados.
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P.D. Algún mal de ojo me ha echado alguien porque no puedo ponerle márgenes a este dichoso artículo, así que ahí lo dejo. A ver si cuando tenga más tiempo puedo arreglarlo. Lo siento.

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