Un camerunés relata su incierta travesía del desierto tras el sueño de llegar a Europa
MAYTE CARRASCO - GAO - 06/02/2010 08:00
Después de repasar las noticias del día por diferentes periódicos, después de leer atentamente todas las controversias, dudas existenciales, rasgaduras de vestiduras, arranques de piel a tiras y demás delicias de esta nuestra sociedad tan distinguida y amable en tiempos de vacas gordas y tan friki y egoista en tiempos de vacas flacas, me tropiezo con esta noticia que publica Público. Este muchacho lleva tres años intentando entrar en España. En Argelia le detuvieron y pasó seis meses en la cárcel (que no quiero ni pensar cómo serán las cárceles de Argelia), cuando salió lo enviaron otra vez a la frontera con Mali y él volvió a atravesar el desierto del Sáhara una vez más, sorteando bandidos, hambre y todo tipo de calamidades para volver a intentar acercarse a España. Para él España es la tierra prometida. Cuando la periodista le dice que ahora no es así porque estamos en crisis, él contesta que no sabe qué pasa en el mundo porque lleva tres años sin noticias de ninguna parte y que no entiende qué quiere decir eso de "crisis". Sigue en sus trece y mantiene que continuará intentando llegar a España. Ese es su objetivo y nada ni nadie le harán retroceder. Además, cree que los familiares que le precedieron en su aventura lograron llegar y deben estar en España, así que está totalmente decidido a seguir su camino pese a todo y pese a todos hasta alcanzar su sueño.
¿Qué podemos decirle desde aquí, que renuncie a sus sueños, que no cabe en nuestra sociedad, que lo consideramos una amenaza, que bastante tenemos nosotros con nuestra "crisis" para preocuparnos por él? Yo sinceramente no sabría qué decirle. Le miro a sus ojos y veo determinación, leo su historia y veo una grandísima injusticia. No sé quien exactamente puede ser responsable de ello ni cuando empezó todo, puede que su historia sea la historia de la humanidad en una lucha cruenta y cruel por la supervivencia, pero sea como sea, es una grandísima injusticia, por no decir una grandísima putada. Así que, aun siendo muy consciente de todos los problemas que tenemos por aquí, si un día me lo encuentro por Malgrat, no seré yo quien le diga que no merece haber llegado hasta aquí.
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Per cert, respecte al tema de la crisi, les reformes i demés, agafo prestada la foto i la frase d'en Joan Ferran:
LA CRISI QUE LA PAGUIN ELS RICS I ELS BANCS
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4 comentarios:
Hola julia!
Nadie tiene el derecho de decirle a ninguna persona que renuncie a su sueño de un futuro mejor. Si muchas de estas personas se juegan la vida por llegar a Europa debe ser por un motivo muy grande, nadie abandona su tierra y su familia por gusto.
Ayer por la noche pasaron por el canal 33 la película "la piel quemada (1967)" del director catalán Josep Maria Forn , esta película es un fiel retrato de la inmigración de principios de los 60 en Catalunya, creo que sigue siendo muy actual la historia que relata.
La escena que me conmovió más fue en la que los obreros andaluces reunidos en un descampado esperaban a los patronos que les dieran trabajo, eran triados a dedo, muchos se quedaban sin poder trabajar,se sentía la rabia y la impotencia de ellos de tener que llegar a casa sin tener nada que ofrecer a los suyos.
Creo que muchos de los inmigrantes que llegan aquí están en una situación muy parecida a la que vivieron los de los años 60.
Supongo que ya la has visto esta película, si no es así te recomiendo que la veas, es totalmente actual.
Por desgracia la crisis la pagaran de una manera u otra los mismos de siempre.
Saludos!
Julia: Yo también suscribo tu escrito.
Un abrazo.
Sí Antonio, conozco la película y conozco la situación muy de cera. Mis padres eran emigrantes y me crié en las barracas de los alrededores de Barcelona. No guardo ningún rencor hacia nadie pero no olvido mis orígenes y sí, tienes mucha razón, debe sentirse mucha rabia cuando te toca vivir una situación tan injusta.
Un abrazo
Sabía que lo harías. Gracias Fernando.
Un abrazo
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