Hace unos años, cuando Jomeini manifestó en París que volvería a Irán, se montó un gran revuelo y muchos intelectuales de izquierdas fueron a presentarles sus respetos. Todos estaban contra el Sha, y con razón, no era el emperador un gobernador adecuado para su país, amasando obscenas y cuantiosas riquezas mientras las clases populares sufrían todo tipo de vejaciones, explotación e injusticias sociales. Pero... no se cura una quemadura con fuego. Nunca estuve de acuerdo con Jomeini.
.
A mí, por más que dijeran los intelectuales europeos de izquierdas, no me parecía que una teocracía pudiera ser la mejor opción para ningún pueblo. Probablemente fue la intuición femenina, porque es evidente que si alguien pierde en las teocracías, son sobre todo las mujeres. Ahí está. Ahí tenemos la prueba evidente de que las teocracías solo sirven a los inmobilistas fanáticos y a quienes sacan provecho de todo ello. Y... obviamente, las principales víctimas son las mujeres.
.
Hace unos días, al ver y oír las noticias que llegaban de Irán, todo aquellos jóvenes, hombres y mujeres, que salían a la calle con una amplia sonrisa y una gran esperanza de abertura, aun sabiendo que no llegarían todas las soluciones de golpe, que el triunfo de los reformistas solo sería un principio para empezar a trabajar, sentí una discreta alegría. Discreta no porque ese sea mi carácter, sino porque esperaba al posible triunfo antes de desatar la euforia. Y la euforia no llegó. Se ha vuelto a imponer la teocracia.
.
No afirmo si con trampas o sin ellas, aunque lo lógico es pensar que fue con ellas a contar por la reacción de los supuestos perdedores, lo que sí afirmo es que, aunque sé desde que leí a Lenin que no siempre se camina hacia adelante, que para seguir avanzando a veces hay que dar algún paso atrás, últimamente está la humanidad dando demasiados pasos atrás. No sé si así será posible avanzar. La ultraderecha avanza en Europa, el integrismo avanza en Oriente ¿a dónde nos llevará todo esto? ¿seremos capaces de reaccionar antes de que se produzca el descalabro global? Esperemos que sí.
.
Mientras tanto, espero y deseo que algo se siga moviendo en Irán a pesar de la terrible represión de la teocracia y espero sobre todo que esas mujeres valientes que se han atrevido a salir a la calle, sigan luchando por hacer entender a los integristas que nadie puede organizar a la humanidad sin contar con la mitad de sus gentes.
.
Va por ti iraniana valiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario