Por ejemplo, conozco a algunas personas que no se lavan y van apestando y atemorizando las narices ajenas. Hombre, tampoco hay que exagerar, una ducha diaria es una sana costumbre que te higieniza mucho y que tus semejantes te agradecen. Pero eso sí, gastando la mínima cantidad de agua posible. Otro ejemplo, que además es sanísimo, es moverse por la ciudad en transporte público, en bici o andando. Sí, es cierto que a veces nos pone de los nervios esperar el autobús, pero seamos realistas, en muchas ocasiones es porque somos unos neuróticos, porque la vida no se paralizará ni nosotros perderemos ninguna gran oportunidad porque lleguemos media hora más tarde de lo previsto a casa. Total, para ponernos a ver lo que echan en la tele, hasta deberíamos agradecer que no lleguemos a tiempo. Claro que hay excepciones, por supuesto que sí. Hay momentos en los que realmente tenemos prisa, mucha prisa y por motivos importantes, pero si nos paramos a plantearnos la vida con serenidad, nos percataremos de que esos momentos serán los menos y sin embargo nos ponemos nerviosos siempre, por costumbre, porque ya no sabemos vivir con tranquilidad, ¿qué me decís de nuestros abuelos que tardaban dos o tres días para ir de Barcelona a Camprodón ¿y qué pasaba? nada, no pasaba nada.
A mí una de las cosas que me parecen un despilfarro y una auténtica aberración es ese detalle de los mercados, que vas a comprar y te lo meten todo, todo, todo en bolsa de plástico. Llevo un tiempo ejerciendo de loca del mercado porque cada vez que me sirven algo que no necesita ser embutido en una bolsa de plástico, les digo que no la quiero. Unos se ríen y otros hasta se enfadan ¡¿por qué?! pero si luego les oyes a los comerciantes quejarse de lo que cuesta una bolsa de plástico. Recuerdo cuando íbamos al mercado y las bolsas de plástico no existían. Las patatas, naranjas, plátanos, manzanas y todo aquello que no se te desparrame por ahí, se pesaba en los platos de las balanzas y las clientas lo depositaban en el cesto o en el carro de la compra. ¡Ahora te meten en bolsa de plástico hasta las sandías! ¿Pero que se ha creído el personal? ¿Para qué nos llevamos a casa tantísimo plástico si hemos ido al mercado a comprar verduras, no a la refinería a comprar petróleo? Y luego, espero que al menos se tiren todas al container amarillo, que no estaría yo muy segura...
Veréis, sé que sois buenas personas y que si lo hacéis, además de porque sois unos comodones, es por pura inconsciencia, pero os aseguro que, sea por la causa que sea, estamos haciendo mucho daño al planeta y a todas las especies que en él intentan sobrevivir (incluídos nosotros por supuesto). Porque el plástico tarda muchísimo en desaparecer y mientras perdura va contaminando la tierra, ensuciando los bosques y los ríos y el mar y..., porque en esos bosques, ríos y mar viven unos seres encantadores que no distinguen el plástico, se lo comen y se mueren, o se ahogan, con lo que también se mueren. Y mucho de todo este daño se podría evitar si no gastáramos tanto plástico. No digo que usemos los capazos de las abuelas que volvían a casa cargadas como mulas cuando iban al mercado. Para eso están los carros de la compra, que ahora los hacen muy cucos, muy cómodos y muy fáciles de manipular y de guardar. ¿Qué nos impide volver a las sanas costumbres antiguas cuando las patatas se trataban como patatas, se pesaban en el plato de las balanzas y se depositaban en el cesto, en lugar de meterlas en una bolsa de plástico que, además, hace que se pudran mucho antes si no recordamos quitarlas de esa nefasta prisión cuanto antes. Y las uvas, tomates maduros y otros productos más susceptibles de chafarse, nos los pueden despachar en bolsas de papel. Eso sí, sin abusar, utilizando las bolsas de papel solo cuando sea re

Tampoco es tanto pedir que busquemos alternativas a tanto despilfarro innecesario. Nadie está pidiendo que volvamos a los lavaderos públicos a lavar la ropa a mano, solo que seamos un poquitín más consciente del daño que hacemos y nos hacemos a nosotros mismos, porque la vida comodona en exceso que llevamos la mayoría, es causa de muchas dolencias y poca felicidad.
2 comentarios:
Me uno al tema, buena mujer, estamos en sintonia en este tema.
Jo duc una bossa d'aquelles gegants que podies comprar a un euro als hipermercats, en tinc dues i procuro dur-les sempre al cotxe, llavors va tot allà de dret. I quan tinc bosses, les faig servir de bossa d'escombraries, mini, d'acord, però...
Però és molt complicat, perquè moltes vegades no s'hi pensa i és cert que a molts se'ls en fot...
Petons més i a por otro post (tasques pendents de mestra reventada)
Publicar un comentario