Que los tres quieren ser rey.
¿Hay diferencia entre ellos? Sí, por supuesto.
Uno es un ser híbrido que en su día fue un negro muy guapo y que, además de rey, quiso ser blanco (no entenderé nunca por qué). En su trémula y enfermiza búsqueda no ha hecho otra cosa más que destrozar una brillante carrera artística y destrozarse a sí mismo.
El otro es un anciano, Fidel Castro, que fue la esperanza de todos los obreros del mundo en los años cincuenta y sesenta, hasta que, al estrellarse contra la cruda realidad, tuvo que dejarse caer en brazos del poderío soviético y desde que éste murió, vaga huérfano por los páramos sin saber cómo traspasar el poder al pueblo, a ese pueblo por el que tanto luchó. No sé en qué momento le llega a un revolucionario ese punto en el que deja de luchar por los demás y pasa a luchar por perpetuarse en el poder, como si los dioses le hubieran destinado a ser rey.
El último, Hugo Chávez, empezó con mal pie al iniciarse en esto de la política por la fuerza de los golpes de estado, siguió bien, pese a sus modales esperpénticos, con todas las reformas llevadas a la práctica en un país en el que, por primera vez, se tienen en cuenta los derechos de todos y no solo de los ricos, pero ¡ay! que la fiebre del poder no tiene límites y ahora ha logrado, por referendum eso sí, imponer las leyes que le permitirán perpetuarse en el cargo como si se tratara de un rey.
Qué lástima que la ambición personalista de algunos hombres destruya todo aquello por lo que lucharon y eche a perder todo el talento con que nacieron.
3 comentarios:
Por error he puesto este comentario en el post anterior. Asi que lo vuelvo a repetir para que ocupe su lugar correspondiente.
Querida Julia, estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices respecto a los dos primeros “reyes” y casi totalmente de acuerdo aunque no en todo, en lo que se refiere al “tercer rey”.
Como sabes viví en Venezuela desde el año 1964 hasta el año 1983, allí trabajé, allí me casé y allí crié a mis dos hijos.
No estoy de acuerdo contigo en lo que dices respecto a la falta de derechos del pueblo venezolano antes de la llegada de Chávez.
Es bien sabido que los ricos siempre gozan de más derechos que aquellos que les corresponden, pero los “pobres” y si como pobres se entiende la gente que tiene que trabajar por un sueldo, yo también era pobre, y gozaba de unos buenos derechos sociales, mi sueldo era igual al de cualquier hombre ejerciendo el mismo trabajo, nunca tuve que callarme delante de nadie por miedo a represalias, es más, era muy crítica con los gobiernos de AD y COPEI. Las elecciones eran libres y el voto era secreto y raras veces manipulado.
Vivíamos con completa libertad, para salir, para entrar, para ir donde quisieras sin tener que pedir permiso a nadie como ocurre ahora.Las personas que querían estudiar, tenían libertad para estudiar la carrera que quisieran y además en buenas universidades públicas como la Universidad Central de Venezuela. La gente que trabajaba ganaba dinero y como la vida era muy barata, el dinero llegaba para vivir bien y tranquilamente.
Había otro tipo de pobres, los que lo querían todo simplemente porque estaban convencidos que se lo merecían, por el mero hecho de ser venezolanos, los que en una semana se gastaban lo que habían ganado en un mes desatendiendo a las necesidades de la familia, los que tenían no una, ni dos, sino hasta tres y cuatro mujeres y una caterva de hijos de los cuales, ni siquiera reconocían y mucho menos se responsabilizaban de ellos, los que reclamaban un mejor reparto de la riqueza nacional sin dar un palo al agua. Los que vivían casi por inercia y sin ninguna responsabilidad sobre sus espaldas.
Un abrazo
Por cierto Nerim, nos hemos ido al otro artículo y ahora buscaba a ver si se había publicado bien el comentario y me he quedado descolocada ¿cómo que no hay comentarios si acabo de leer el de Nerim y contestarle? Hasta que me he dado cuenta de que los hemos metido en el otro artículo, jajaja.
Muchos besos guapa
Jajaja nos vamos pisando los talones. Bueno no importa, de todo modos nos podemos contestar aunque sea a través de otros artículos.
Publicar un comentario