Em predisposo a veure el reportatge que fan avui a TVE3 sobre el conflicte entre Israel i Palestina. Espero amb impaciència qualsevol font d'informació que em pugui fer entendre una mica més el que passa a unes terres que haurien d'ésser pròsperes, alegres i exportadores de valors i cultures, tenint en compte l'antiguitat de les seves històries. Així que acabi tornaré amb vosaltres per dir-vos que he pogut afegir als meus infims coneixements sobre el tema.
En fin... unos chilenos que por tener ascendencia judía se creen en el derecho de que sus hijos adolescentes aspiren a ponerse el uniforme, empuñar un arma y perpetuar la lucha; unos señoritos de casa bien que se creen en el derecho de ser europeos en Israel y desprecian todo aquello que no sea tan elitista como ellos; unos activistas que se juegan la amistad de sus vecinos, su reputación de ciudadanos y puede que algo más grave por denunciar algo que sus conciencias no les permiten dejar pasar como simple estadística; un hombre que se toma en serio denunciar los abusos de su gobierno, incomprensiblemente aceptados por la gran mayoría, y que padece persecución de todo tipo y acusaciones de traición por no dar su brazo a torcer en la búsqueda de justicia; una profesora que sufre la incompresión incluso de su propia familia por buscar fórmulas de paz y negarse a justificar la guerra y la muerte. Y del otro lado, unas familias rotas, sin casa, sin nada que llevarse a la boca ni al alma, alimentando odio eterno que a bien seguro inculcarán en sus hijos para que estos sigan la lucha a muerte contra un enemigo cada vez más alejado de dejar de serlo. Eso si llegan, porque muchos niños se han quedado en el camino. En una palabra, un verdadero drama de difícil solución.
Y la clave de todo esto... Pues supongo que hay diversas claves, como son los intereses estratégicos de potencias que necesitan una torre de control frente al mundo musulmán, la nunca bien digerida historia reciente de Europa que trató y al parecer sigue tratando de lavarse la cara dando a los supervivientes de sus holocaustos una pátria donde no había pátria. Y así lo dice uno de los personajes del reportaje. Un hombre que defiende por encima de todo la legitimidad de Israel a defenderse al precio que sea, pero que reconoce que la raíz del problema fue que: "fuimos un pueblo sin país que nos instalamos en un país sin pueblo... solo que sí había pueblo y por eso tuvimos que echarlos."
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