28/10/08

MIS SUEÑOS


Anoche soñé que viajaba a Brasil y que visitaba a Lula para mostrarle mi más ferviente apoyo. ¿Qué tendrá que ver Lula con todo esto? me pregunté al despertar. Si a mi lo que me preocupa estos días es la situación local, los nuevos despidos en la empresa en la que trabajo, las nuevas regulaciones de empleo que empiezan a ser cansinas por la cotidianidad, el deterioro de las relaciones laborales que tanto costó dignificar, el hacerme vieja sin ver nada claro el destino que espera a quienes vienen detrás y tanto quiero, que la ley de la dependencia no se aplique todo lo rápidamente que las necesidades requieren por falta de medios, la cantidad de emigrantes que siguen llegando, con todo derecho, y a quienes no seremos capaces de ofrecer lo que buscan. Y en medio de toda esa inquietud aparece Lula en mis sueños. Entonces recuerdo que el otro día leí en la prensa que ha sufrido un duro revés en las elecciones municipales o algo así. Y pensé que hay que tener valor para ser de izquierdas y atreverse a gobernar un país como Brasil, poseedor de grandes riquezas, grandes miserias, grandes virtudes y grandes mediocridades. Porque allí todo es grande, lo bueno y lo malo. Y, lógicamente, una grandiosidad así está rodeada de grandes depredadores también. Hombres crueles y ruines, sin escrúpulos, sin sentimientos ni entrañas. Hombres dispuestos a matar, a masacrar, a eliminar a quien haga falta para apoderarse de las riquezas y extender las miserias, para aniquilar las virtudes y expandir la mediocridad. Y, claro, si quienes gobiernan son ellos mismos no hay conflicto, solo miseria y muerte para unos y grandes fortunas para otros, pero si quien gobierna se atreve a decir que todos somos iguales y que el gobierno no está para dar permisos de venta del país a los poderosos si no para luchar por dignificar la vida de sus ciudadanos, sí hay conflicto. Entonces me pareció que lo que soportamos aquí los socialistas es pecata minuta comparado a lo que soportan los socialistas de otros muchos lugares, incluso en algunos en los que, supuestamente, ostentan el poder y sentí ganas de abrazar a Lula y decirle, ya sé que es duro compañero pero hay que seguir intentándolo. Entonces pensé que aquellos que van de intelectuales por la vida y arrojan su cinismo a modo de erudicción porque viste mucho más la crítica destructiva que la paciencia y la tolerancia constructiva, aquellos a los que todo lo que se hace, lo haga quien lo haga, siempre les parece mal pero que nunca se mancharon las manos para colaborar en las tareas de mejorar la sociedad porque las luchas simples y rutinarias están muy por debajo de sus inmaculados curriculums de metafísicos inútiles y vacíos, aquellos que meten a todos los políticos en el mismo saco porque a ellos les va bien y les da igual que el gobierno de turno intente mejorar las prestaciones sociales o se dedique a privatizar la sanidad y la educación, ellos tienen mútuas sanitarias privadas (aunque ante problemas serios acaban en la sanidad pública) y dinero para pagar escuelas privadas a sus niños, son muy injustos.

Así que para no seguir porque me dejaría llevar por la pasión y muy probablemente diría cosas que podrían considerarse como políticamente incorrectas, acabaré diciendo que este fin de semana tuvimos congreso en el PSC y no, no es perfecto nuestro partido y sí, tiene todavía mucho que aprender y mejorar nuestro partido. Pero su imperfección y sus asignaturas pendientes lo son porque está formado por personas, con todas sus virtudes y todos sus defectos. Personas que todavía siguen creyendo en que otro mundo es posible. Personas que saben, que sabemos, que aunque gobernar a veces puede ponernos en situaciones de compromiso que posiblemente no aceptaríamos al cien por cien si estuviéramos en la oposición, hay que asumirlas y seguir adelante porque, digan lo que digan quienes lo digan, no es lo mismo que gobiernen los socialistas a que gobierne la derecha. Porque, aunque es cierto que no podemos tanto como queremos, sí se logran cambios que afectan a personas que lo necesitan y que nunca ningún gobierno que no fuese socialista se preocupó por ellas. Personas que, aunque se desencanten y dejen de votarnos, siguen siendo el principal motivo de preocupación de nuestros gobernantes socialistas y así ha quedado claramente reflejado en este congreso.

Otra cosa será si somos capaces o no de lograr todo lo que buscamos, pero lo que no se podrá negar es que se intenta, que se asumen los errores y las carencias y se sigue luchando por aprender, por mejorar, por seguir por el camino de considerar dignos a todos los ciudadanos, sea cual sea su origen, raza o condición, que se empecinan en lograr que las personas sean juzgadas única y exclusivamente por sus actos y no por cualquier otra condición impuesta o de nacimiento. ¿O es que no significa nada que ahora los hijos sean igual de hijos si son nacidos en matrimonio o fuera de él? ¿O es que no significa nada que los homosexuales sean legalmente reconocidos y puedan desarrollarse social y afectivamente con las mismas garantías que cualquier ser humano? ¿O es que no significa nada que a la mujer maltratada se le ofrezca una salida digna en lugar de hacerla creer que tiene que seguir aguantando porque así lo quieren la familia y Dios? ¿O es que no significa nada que el gobierno actual se empecine en fomentar la educación pública, en lograr que sea de máxima calidad para que todos los ciudadanos puedan contar con las mismas posibilidades de formación? ¿O es qe no significa nada que todos los ciudadanos, trabajen o no, sean nacidos aquí o en la conchinchina, puedan ser atendidos por una sanidad de calidad? ¿O es que no sirve de nada que el gobierno actual se preocupe de estudiar todas las posibilidades para construir viviendas de calidad para colectivos con dificultades? ¿Que no hay todavía para todos? Claro que no, ojalá hubiera, pero cuando se viene de un sistema social cretino, egoísta y de claros privilegios privados, las cosas no cambian de un día para otro. Sin embargo, volver hacia atrás y votar a la derecha solo comporta que los especuladores vuelvan a tener el poder absoluto y ninguna traba para destruir valles, playas y montañas en su ilimitada ambición de recalificar terrenos de uso público en privado y embolsarse cuantiosas fortunas. ¿O es que no es cierto que hay alcaldes de la derecha gobernando pese a tener asuntos pendientes con la justicia? ¿Y qué me decís de nuestros pueblos y barrios, es que se cuidaban igual antes de que gobernaran los socialistas?

Puede que parezca que soy demasiado partidista, puede que esté sufriendo un acceso de institucionalismo debido a la dulce amabilidad con que se ha desarrollado el congreso de mi partido. Aunque creo que la unidad que se vivió fue precisamente como contrapunto a los momentos difíciles que nos esperan. La situación es difícil y todavía lo será más en un futuro inmediato. La derecha aprovechará para decir que toda la culpa es del gobierno, cuando en realidad los mercados los han seguido dominando ellos y los especuladores están en sus filas, no en las nuestras, bueno puede que haya alguno que tampoco somos perfectos pero el grueso es seguro que está con ellos. Los intelectuales de los que hablaba antes también se nos tirarán a la yugular, aunque cuando lo hacen en realidad a quienes roban los sueños es a todos los ciudadanos, no solo a nosotros. Y puede... pudiera ser incluso que llegáramos a perder las elecciones próximas. Pese a todo y pase lo que pase, los de verdad, los socialistas auténticos que hay en mi partido, que somos muchos más que los que puede que no lo sean tanto, seguiremos en la brecha, seguiremos intentando que la sociedad mejore día a día y que el progreso no se desarrolle a costa del sufrimiento y la miseria de los menos afortunados. Eso es lo que se ha logrado dejar patente en el congreso y por eso seguiremos luchando los socialistas, pase lo que pase y digan lo que digan quien quiera que lo diga.

Y seguiremos luchando tanto en las instituciones como en la calle, invitando a todos los antisistema de buena voluntad a unirse a nuestra lucha, porque nosotros también estamos en contra de todo lo detestable que tiene el sistema, aunque creemos que hay que ocupar los gobiernos porque no hacerlo es dejar la sociedad en manos de elitistas sin escrúpulos, pero también creemos en las movilizaciones populares cuando son necesarias. Por eso apoyamos a los sindicatos en sus reivindaciones y sus luchas por preservar los medios de producción y al mismo tiempo exigir que se retiren las directivas que pretenden deteriorar las condiciones laborales en Europa, porque luchar por evitar que se deterioren las condiciones laborales en Europa es dar esperanzas a los trabajadores de otras partes del planeta que aún están en el camino. Por eso seguiremos tratando con especial interés la cooperación internacional, porque plantearse siquiera la posibilidad de cooperar en el desarrollo de otros paises, luchando por hacer posible que sus habitantes puedan vivir dignamente allá en lugar de jugarse la vida por venir acá, es una obligación que como tal debiera asumir toda persona que se considere solidaria. Y como solo pensaba hacer una escueta nota y me he ido, como siempre, por los cerros de Úbeda, acabo aquí y os dejo con una frase que Bertolt Brecht nos dejó en su obra de teatro La buena persona de Sezuán: "Hablar sin esperanza es hablar sin bondad."

Y os invito a participar en la manifestación del día 5 de noviembre a las 18:00 horas en Ronda Sant Pere/Passeig de Gràcia. Ya sé que la han convocado muy temprano pero si vamos todos los parados y comités de empresa, seguro que llenamos la calle.

5 comentarios:

Luis Llorente dijo...

La palabra es SINTETIZA JODIA, y no voy a poder estar en la mani, sorry

Julia dijo...

¿Cómo voy a sintetizar con la de cosas que hay que decir:)?

Luis Llorente dijo...

Pugneta en varios cachines

Luis Llorente dijo...

Al final me engañas lo leo y tengo menos tiempo

zel dijo...

Lo malo es que aquí se ha perdido la fe en todos los partidos, no en uno, aquí se confunde la cabeza visible con el trabajo del grupo, y tendemos rápido y sin reflexión a banalizar los logros, sobrevalorar los fracasos e ignorar los principios que a fin de cuentas deberían siempre estar en el punto de mira, no sabemos ver el esfuerzo ni el coraje necesarios para meterse en política y además, algunos lo han hecho mal, otros muchos ofrecen siempre críticas destructivas y así nos va...