8/10/08

DARE TO DREAM



Estoy enamorada, locamente enamorada del Cirque du Soleil. Desde que fui por primera vez a verles, espero impaciente al año siguiente para verles de nuevo. Siempre me gustó el circo. Desde muy pequeña. Alguna vez incluso soñé con escaparme de casa para seguir a un circo. Me gustaban incluso aquellos que tenian fieras salvajes (que queréis, yo soy de la generación que domesticaba a las bestias y veía con buenos ojos que se las utilizara para el espectáculo). Ahora muchos de los numeritos de los payasos clásicos me aburren y lo de las fieras lo llevo muy mal porque me he convertido en alguien asquerosamente políticamente correcta y ya veo la maldad que antes no veía, así que no puedo soportar ver maltratar a un animal por la causa que sea e intento cerrar los ojos del alma cuando me como un pollo o un trozo de ternera o un pescado cualquiera. Y ahí, en mitad de mi conflicto moral con el circo, aparecieron ellos. Guapos, esbeltos, ágiles como el aire, imaginativos, con una creatividad para la coreografía, la música, las luces y todo lo relacionado no solo con el espectáculo sino también con la relación compañía/público. Su slogan lo dice todo: Dare to Dream (atrévete a soñar).


Y yo, como otra cosa no tendré, que seguro que no tengo, pero soñadora lo sigo siendo y además no pondré remedio, ni siquiera lo intento, pues me siento feliz cuando les tengo cerca. Solo saber que están en mi ciudad ya me hace feliz. La única espina es el precio de las entradas pero ya sabéis qué dice Sabina en su canción "que no te vendan amor sin espinas". Además, cada vez que vienen dedican la recaudación de algunas funciones a organizaciones del tipo Intermón Oxfam, Adsis, o similar. Y, bueno, quieras que no pues no deja de tener su valor que lo hagan, como cuando el Barça decidió llevar en su camiseta el anagrama de Unicef y pagar por ello en vez de cobrar. Que dices, bah, son cosas simbólicas. Pero, oye, si todos los que mueven medios hicieran ese tipo de cosas simbólicas pues... mejor que peor ¿no?

Pero volviendo al Cirque du Soleil, es un espectáculo totalmente recomendable. Yo diría que soberbio, pero claro, cuando una está enamorada ¿qué va a decir del objeto de sus amores? Es carillo, sí, pero la relación calidad/precio es altamente aceptable. Muchas veces pagamos más por otras cosas que merecen mucho menos la pena. Ah, abstenerse hipercríticos, sabelotodos, namberuans, viajeros de vuelta de todo y capitalistas preocupados por las caídas en picado de la bolsa. Recomendable para aquellos que, pese a todo y a todos, aún mantienen la mirada inocente del niño que fueron en su interior, así como a los amantes de la belleza, el arte y la creatividad.


Y pasando a otro tema ¿alguien fue a la manifestación de ayer contra las pretensiones de la derecha europea de imponer sus inaceptables directivas laborales? Yo es que sí fui pero me sorprendió ver que no llenábamos Via Laietana, me sorprendió ver que solo estábamos los sindicalistas de siempre, como si las nuevas directivas solo nos vayan a perjudicar a nosotros, me sorprendió ver que de mi partido había cuatro gatos (contados, uno, dos, tres y cuatro), cuando fuimos todos convocados (¿o solo recibí yo la convocatoria?) y me sorprendo esta mañana con que en la prensa ni siquiera se habla del tema, por eso pregunto si alguien fue, porque acabaré dudando de si estuve allí o lo soñé. Hombre, tan pocos tampoco éramos como para no merecer ni una nota en la prensa.


A ver, respeto profundamete, faltaría más, la opción de todo dios, para eso precisamente defiendo la democracia a pesar de sus desviaciones y carencias. Pero permitidme que os diga cuatro palabras. Cuando la derecha antisocial, clasista, racista, integrista, defensora del capitalismo salvaje, recalcitrante en sus posiciones de eliminar cualquier sombra de solidaridad social con el cuento de que "nacemos en un mundo en el que todos tenemos las mismas oportunidades", logre imponerse en Europa, ya no hará falta que salgamos a manifestarnos. Entonces saldrán nuestros hijos a desfilar uniformados para que los envien a cualquiera de las muchas guerras que se producirán para que los señores del club Bildelberg y demás clubs de hijos de puta como les llamaba John Fitgerald Kennedy, sigan repartiéndose el pastel. Los trabajadores entonces trabajaremos veintisiete horas al día, que con las nuevas tecnologías ya inventarán algo para alargar las horas del día y así podremos trabajar más, ganaremos una mierda y nos conformaremos con ello porque tendremos siempre presente la amenaza de la patronal "si no lo haces tú, lo hará otro", la prostitución, venta de niños, de órganos y demás magnicidios seguirán aumentando porque de algo habrá que vivir, el mundo se seguirá contaminando hasta que los pobres vayamos cayendo como piojos y entonces la élite que nos habrá sacado hasta la última cera de las orejas cogerá su nave magnífica y se irá a vivir a las islas del Caribe artificial que habrán construido más allá de la estratosfera. ¿Apocalíptico? ¡Ojalá!


Pero bueno, no vayamos a preocuparnos en exceso ¿para qué vamos a manifestarnos? Todo eso les pasará a los jóvenes y esos están muy distraidos con el fútbol, con los líderes del ranking musical del momento, con las modas de ser antisistema (que no signfica nada porque no presentan ninguna alternativa coherente), con cargarse todo lo que huela a pureta porque hay que ver qué majos son ellos que se dividen en tribus urbanas para pasar el rato los fines de semana y en eso queda todo. ¿A la manifestación contra la directiva europea? Bah, ahí no van más que los cuatro ilusos de siempre, aquellos que siguen soñando con que un día los trabajadores vuelvan a recuperar su conciencia de clase y vuelvan a luchar por sus derechos y los derechos de sus hijos. Que por cierto, al parecer hay muchos militantes de mi partido que solo van a las manifestaciones cuando gobierna la derecha. Si gobiernan los nuestros no van. Y a mí me parece que es un sentido equivocado de la lealtad porque, si se trata de una manifestación en contra de alguna medida adoptada por nuestro gobierno (aunque siempre será lícito que los trabajadores defiendan sus derechos, faltaría más), se entiende que los leales no vayamos (ya véis que me cuento entre los leales y no se me arruga el ombligo por ello, lo digo con la cara bien alta), pero no ir a una manifestación contra la directiva europea por no molestar...
Nota: Retirado el chiste porque al parecer hiere la sensibilidad de algunos y nada más lejos de mi intención.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Te podías haber evitado el chistecito. Es machista y racista.

Julia dijo...

Tienes razón Anónimo, lo retiro. ¿Machista y racista? Hombre yo creo que más bien es clasista ¿no?

En cualquier caso agradezco tu observación, ya que a veces nos dejamos llevar por los bajos instintos y caemos en la tentación del chiste facilón. Está bien que haya personas como tú que nos llamen la atención para que aprendamos. Lástima que escribas como anónimo y, al no saber quien eres, no te lo puedo agradecer debidamente. De todos modos, aunque sea desde la identificación pública y clara hacia la clandestinidad del anonimato, GRACIAS. Ven siempre que quieras, como no das la cara no sabrés si lo haces o no, jajaja... (perdón, se me ha escapado el carácter barriobajero otra vez. Si es que ya me lo decían de joven cuando, a pesar de lo racista y machista que soy, me empeñaba en luchar contra todo racismo y machismo, en un país con un apartheid como Sudáfrica, que era donde se podía demostrar si se era racista o no porque por no serlo y expresarlo te podían romper la cara, a veces incluso el alma. Pues eso, que mis amigos me decían: siempre serás una lumpenproletaria, en eso nunca cambiarás. Ahora no sé si me insultaban o me echaban un piropo, tú...)

Anónimo dijo...

Demà vaig a veure al Cirque du soleil!! Espero que m'enamori com a tu ;)