Antes de que nos pille la ola, quiero dejar claro qué pienso de cuanto está pasando. Aunque seguramente no le importe demasiado a nadie, pero yo también soy de las que tienen el defecto de querer decir siempre lo que piensan, como algunos y algunas de quienes forman parte de las protestas. No me atrevo a asegurar que todos y todas porque de todo hay en la viña del señor.
Estoy totalmente de acuerdo en que hay que salir a la calle y protestar. Protestar porque es un indecencia que después de haber sumido a todo el país (menos a los suyos) en la puta miseria con su crisis económica, fruto de la especulación más súcia, los grandes financieros siguen abusando sin el más mínimo escrúpulo, pese a haber salido a flote con fondos públicos, de su situación de privilegio. Ellos son cada día más ricos, nosotros cada día más pobres. Hay que protestar porque, después de largos y arduos años de lucha (por parte de algunos, que no de todos), para lograr la sociedad del bienestar que teníamos hasta hace un par de años, las nuevas generaciones se ven obligadas a volver al pasado y a romper la lógica evolución de mejora colectiva. Hay que protestar porque los partidos que debieran representarnos no han estado a la altura y se han doblegado ante la presión de esos tiburones feroces que dominan los mercados. Hay que protestar, sí señor, hay que hacerlo. Pero... siempre hay peros en esta vida que hay que tener en cuenta. Hay que aprender a oír y hay que aprender a pensar. Y lo primero que hay que pensar, honestamente y sin trampas es ¿qué parte de responsabilidad nos toca a los ciudadanos? ¿Ninguna? Ah, no, eso sí que no. Para escaqueos ya tenemos bastante con los candidatos de la derecha que no les caen prendas en autoproclamarse obscenamente líderes de la revuelta, cuando han sido y son ellos quienes tienen a la mitad de la plantilla pendientes de juicio por robo y a la otra mitad pagando a jueces para que no los pillen. Tamibén hay de los otros pendientes del banquillo, diréis, sí, desgraciadamente también los hay, pero si comparamos honradamente, no hay color.
Por otra parte, hay que tener cuidado también con qué se dice y dónde se dice lo que se dice. Acabo de oír en el telediario que esta generación que ahora protesta lo tiene peor que la de sus padres porque no pueden comprarse un piso y tienen que ir a vivir de alquiler. ¡Hombre, por Dios! ¿De qué familia bienestante deben ser los "periodistas" que hacen esa crónica. ¿Nosotros lo tuvimos mejor? Venga ya hombre. Me fui de mi casa a los veintipocos años porque quería ser una persona totalmente independiente y tuve que ir a compartir un piso con ocho personas más porque era la única manera de pagar un alquiler con la mierda de sueldo que teníamos. Eso sí, al salir del trabajo nos íbamos al sindicato (que entonces era ilegal y muy revolucionario) y cuando nos enterábamos que había un conflicto en otra fábrica, íbamos todos a apoyarlos con nuestra presencia y recibiendo los palos que hiciera falta de parte de los grises ¿alguien se acuerda de aquello, o soy yo la única que me acuerdo? Es cierto, había más trabajo. Una mierda de trabajo, pero más trabajo. Y habian también más ganas de currárselo y luchar por una vida más digna. Que eso es lo que están haciendo los que ahora están en la calle, eso espero y bienvenidos sean, pero que no nos pongan como ejemplo de privilegiados a las generaciones anteriores porque eso es una falacia. Una falacia en la que coinciden con la derecha, que aprovecha cualquier inquietud o preocupación de los ciudadanos para ofrecerse como el cambio necesario. El cambio necesario está todavía por llegar y lo tienen que crear esa juventud que ahora empieza a despertar. La derecha sigue siendo quien siempre fue, desde la noche de los tiempos. Individuos que pretenden perpetuar los privilegios de unos cuantos a costa de la miseria de unos muchos.
Y no hace falta ir muy lejos para darse cuenta de eso. CiU está llevando a cabo una reestructuración de la sanidad que no deja lugar a dudas, mientras que Ernest Lluch logró crear la sanidad universal para que todo el mundo pudiera tener los mismos derechos en algo tan fundamental como es la salud, CiU está recortando en contra de los más necesitados. Hoy mismo hay dos noticias en la prensa: CiU inicia los recortes en el Hospital Clínic sin esperar al verano y CiU decide que las altas tecnologías médicas se apliquen en centros privados. ¿Alguien tiene alguna duda sobre las intencions de CiU? O sea, si tienes cuartos pagas una mutua privada (todas en manos de la derecha, con lo cual además hacen el gran negocio) y si no tienes donde caerte muerto, ya te caerán porque no podrás pagarte la medicina de última generación, tendrás que conformarte con lo que tengan a mano. Y sobre la educación ¿qué me decís? ¿Para qué promocionar la escuela pública y elevarla a la categoría de escuela de calidad, si sus retoños van a escuelas concertadas o privadas? Y es que, amigos y amigas, no hay nada nuevo bajo el sol. A la izquierda hay que apretarla para que se ponga las pilas, totalmente de acuerdo, pero de la derecha no podemos esperar absolutamente nada. Ellos nacieron para defender sus privilegios y eso es lo que seguirán haciendo.
Y respecto al PP ¿qué queréis que os diga que no esté dicho ya? Mirad a Esperanza Aguirre, esa gran dama de la desfachatez y el despilfarro. Esa señora que hace construir ciudades fantasmas por las que pasa el AVE para hacer ricos a familiares y cómplices. Ese Gallardón a quien, con la que está cayendo, lo único que le preocupa es, según sus propias palabras: "Nada me satisfaría más que ser alcalde". Esa pandilla de chorizos que forman el gobierno de la Generalitat de Valencia, sin que la justicia sea capaz más que de emitir tibias amenazas que no evitan que sigan gobernando y presentándose a las elecciones con total impunidad. ¿Y qué me decís de Trillo? Ese señor bajito, hortera donde los haya, cuyo mensaje a los manifestantes es el que muestra en la foto. Aunque, eso sí, hay que reconocer que es el más sincero de todos, posiblemente porque su capacidad intelectual no le da para más.
Pero en fin, no me queda tiempo para más porque me tengo que ir a mis tareas de política de izquierdas que aún cree en las posibilidades de mejora y cuando vuelva esta noche, después del último acto de campaña, ya no podré hablar del tema porque quiero ser respetuosa y dedicar la jornada a reflexionar. Ya volveremos a hablar el lunes. Pase lo que pase, gane quien gane o pierda quien pierda, yo seguiré apoyando a todos aquellos y aquellas que muestren su interés y capacidad de seguir luchando por una sociedad más justa, por meter a todos los chorizos en la cárcel y exigir a la izquierda que de la cara y afronte la nueva era con valentía. Quien no quiera seguir luchando, que se retire a un, posiblemente merecido, descanso.
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5 comentarios:
Se puede decir más alto pero no más claro. Estoy contigo en que hay que acabar con esta tiranía financiera que nos ahoga cada día más. Los jovenes no tienen futuro, a los mayores nos han quitado los derechos por los que hemos trabajado y luchado siempre y encima nos recortan los servicios sanitarios, ¡una verdadera verguenza verguenza!Hay que acabar con estos abusos y esta injusticia tan grande.
Un beso mi querida Julia
Se me olvido preguntarte, muy apetitoso luce tu blog, de que va esto de la xocolateria badiana creo leer.
Hola Nerim, cariño, qué alegría volver a verte por aquí. Pues eso de la chocolatería es una nueva locura en mi vida. En lugar de "disfrutar" de una vejez placentera y tranquila, me he decidido a abrir una chocolatería churrería que se llamá Badiana. Ya está todo en marcha, las obras casi acabadas y las máquinas casi instaladas. En cuanto se acaben los retoques y podamos abrir puertas, te avisaré para ver si puedes venir a la inauguración. Me hará mucha ilusión. Ya sé que es una locura tal como están los tiempos, pero yo me niego a quedarme llorando en un rincón. Prefiero luchar y si muero en la batalla, moriré con las botas puestas, jajajaja...
Un beso muy fuerte para ti también Nerim.
JULIA, ¡FELICIDADES!una buena iniciativa, si señor, a pesar de los tiempos que no se detenga la marcha. Y además una chocolatería, ¿sabes que de cada 100 personas, a 90 les gusta el chocolate?. ¡Jo! que gozada.Tu ya sabes que el chocolate es mi perdición y que tengo un post dedicado al chocolate. No dejes de avisarme cuando lo inaugureis, iré encantada.
Espero tus noticias. Un beso achocolatado y un fuerte y calido abrazo.
Me sumo a tu queja, me sumo a la queja de las plazas españolas; pero lo más esperanzador es que no quede todo sublimado el domingo 22, sino que tenga continuidad.
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