2/4/11
Suerte, presidente...
Se acabó. Llegamos a un final. Un final previamente anunciado pero que aun así dará pie a miles de especulaciones en todos los medios informativos y en un sinfín de tertulias políticas (algunas mal llamadas tertulias porque no pasan de gallineros de gallinas con un impresionante colocón). No importa que él ya anunciara antes de empezar que estaría dos legislaturas. No importa que él afirmara desde un principio que consideraba que lo propio era estar dos legislaturas. Ahora lo criticaremos porque se va. Si no se hubiera ido lo criticaríamos por lo contrario. España es un país poco proclive a asumir compromisos pero muy dado a la crítica, que puede llegar incluso a convertirse en un arrancar la piel a tiras.
Zapatero llegó como un soplo de aire fresco cuando más lo necesitábamos, porque al emperador Aznar le dio por convertir a España en su cortijo particular y meternos en todos los follones que le ordenaba su capitán el pirata loco Bush. Pero los soplos de aire fresco pueden quedarse helados cuando se abren las ventanas a la avaricia ciega y se permite la irrupción cruel y salvaje del descontrol del mercado financiero, de las técnicas de mirar hacia otro lado mientras se destruyen las montañas cubriéndolas de casitas que luego, mire usted por donde, al explotar la tan cacareada burbuja inmobiliaria se quedan allí sin vender cuando el paisaje se ha perdido sin remedio. Entonces llegan las complicaciones. Los trabajadores piden trabajo, los banqueros piden dinero, los empresarios piden reformas, la oposición rocía con gasolina todo lo que ve y prende fuego, miles de hogueras ardiendo por todas partes y los bomberos en huelga porque les han tenido que recortar el sueldo. Y con esas condiciones, a ver quién es el guapo que gobierna. Gobierna Zapatero, pero ya no es el príncipe valiente que nos enamoró. Ahora se ha convertido en un hombre obligado a ser “sensato y realista” y aceptar las reglas del juego impuestas por aquellos que quizás deberían dar muchas explicaciones por su posible responsabilidad en el desastre, pero que tienen suficientes bufetes de abogados de prestigio a su servicio como para seguir siendo los que mandan. Y a ver quien se atreve a desentenderse. Sin trabajo, sin dinero, sin medios, sin posibilidad de enmendar todos los desaguisados que tenemos…
En fin… qué duro tiene que ser estar al frente de todo ese berenjenal. Como entiendo a Zapatero por desear cumplir con su palabra de sostener el timón de este desbocado barco solo dos legislaturas. Y lo triste de todo esto es que marchará con el sabor amargo de la derrota moral cuando en realidad debiera ser reconocido como el hombre que trajo la modernidad de los derechos civiles para todos y para todas. Pero cuando hay hambre nadie se fija en el amor. Hasta el homosexual que ahora puede casarse con toda dignidad, le echa en cara haber perdido su trabajo. Hasta las parejas que ahora pueden divorciarse sin necesidad de que exista un culpable, le echan en cara que no pueden pagar la hipoteca. Hasta los tartamudos que ahora pueden acceder a un empleo público le echan en cara que les hayan rebajado el sueldo. Hasta las personas con discapacidad que vieron incrementada su inserción laboral le echan en cara que ahora, con los recortes y reformas, se les ha vuelto a enviar a casa. Y sobre todo, todos los trabajadores que creyeron en él y confiaron en que él siempre les defendería, le echan en cara que se haya visto obligado a poner en marcha una reforma laboral que dista mucho de ser la que él mismo (de eso estoy absolutamente segura) hubiera deseado.
¿Fue incapacidad? ¿Fue imposibilidad de hacerlo de otra manera? ¿Fue coger el toro por los cuernos y sacar a bailar a la más fea para intentar arreglar la fiesta? No lo sé. No soy una experta en economía para poder juzgar sus decisiones. Sí creo que al principio pecó de triunfalista, o de iluso, o de no querer reconocer la realidad. Sé que debió hablar claro desde el principio y sobre todo asegurarse muy pero que muy bien de que todo lo que se decidiera a decir y hacer tuviera previamente una concienzuda meditación para tener la certeza de que no tendría que decir o hacer lo contrario al día siguiente. En cualquier caso, de dos cosas estoy segura, de sus buenas intenciones, a pesar de todo, y de las malas intenciones y el cinismo de la oposición que no se corta un pelo en echarle las culpas de todos los males, cuando ellos están sumergidos hasta el cuello en el lodo de la corrupción. No creo yo que sus métodos de compra y venta de morales y conciencias nos hubiera podido llevar por mejor camino para afrontar la grave crisis que sufrimos.
En fin, José Luís, eres muy joven todavía. Puede que las cosas mejoren en este país y que puedas llegar a entenderte mejor con futuras generaciones.
P.D. Ah, y me olvidé de mencionar, para que luego digan algunos que las mujeres solo pensamos en nosotras mismas, que nadie en el mundo mundial ha hecho nunca tanto por las mujeres como José Luís Rodriguez Zapatero. Con la ley contra la violencia machista, con el reconocimiento de hecho y de derecho de la igualdad entre hombres y mujeres, y con esa ley de la paridad gracias a la cual mujeres como la Cospedal, la Soraya, la Camacho y muchas otras, también de partidos teóricamente más progresistas como CiU, han podido pasar a primera fila y dejar de ser las eternas secretarias de sus líderes políticos. Y estoy totalmente de acuerdo en que los cargos debieran ser ejercidos por las personas mejor preparadas, indiferentemente de si se trata de hombre, mujer o transexual, pero eso sería la normalidad y para ejercer la normalidad hay que vivir en una sociedad normal. La nuestra está en el camino per dista aún de serla, es demasiado reciente todavía nuestro pasado machista y patriarcal. Es del todo probable, por no decir seguro, que si no fuese por esa ley de la paridad, seguiríamos viendo muchísimos más trajes oscuros con corbata en los gobiernos y a la mujer se la seguiría tratando con ese tono perdonavidas con que, desgraciadamente, hay todavía muchos hombres que nos tratan. Como si ellos lo hicieran todo tan bien... ahí está la crisis que nos han regalado, porque en el mundo de las finanzas, como en el empresarial, siguen mandando ellos, a las mujeres solo las utilizan cuando hay que poner algún negocio a su nombre para defraudar a Hacienda, pero en fin, ese ya es otro tema que requiere un tratamiento particular.
Gracias José Luís Rodriguez Zapatero. Pase lo que pase y digan lo que digan, yo reconoceré siempre tus méritos y agradeceré muy sinceramente tu respeto honesto y verdadero hacia las mujeres...
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